Una aldea perdida a orillas del Traba

SOCIEDAD

MARCOS CREO

A dos kilómetros escasos del centro de Noia se encuentra un pequeño núcleo olvidado tras su abandono en los años 60. Un paseo entre un frondoso bosque de ribera permite reencontrarse con el pasado

13 may 2024 . Actualizado a las 16:28 h.

Verde. Si hubiese que elegir una única palabra para definir la aldea de Xei, en el municipio coruñés de Noia, sería ese. Un manto de musgo cubre las paredes de las casas, las hiedras trepan por los muros y la piedra de las edificaciones se diluye en medio de un frondoso bosque de ribera. Es una imagen idílica, que completa el arrullo del agua que fluye por el cauce del río Traba. Este paraíso de la naturaleza está a dos kilómetros escasos del núcleo urbano noiés, pero ofrece un refugio alejado del mundanal ruido. Porque en Xei hace mucho tiempo que no vive nadie.

Hasta hace unos tres años, la aldea era un lugar recóndito al que no resultaba fácil llegar y que solo conocían algunos vecinos del lugar y senderistas habituales, de manera que este pequeño núcleo compuesto por media docena de viviendas había caído en el olvido, perdido junto al cauce del río. Sin embargo, la creación de una ruta fluvial desde la villa de Noia la ha hecho accesible y permite llegar a ella dando un cómodo paseo, convirtiéndola en uno de los parajes más frecuentados.

Con todo, eso no ha hecho que Xei pierda el encanto que le otorgan décadas de olvido en las que, poco a poco, la naturaleza lo ha ocupado todo. Los últimos habitantes de la aldea la abandonaron en los años 60 del siglo pasado. «Era complicado vivir alí, era un sitio moi solitario, quedaba moi retirado», contaba una de las últimas vecinas que vivió allí. El difícil acceso, con un camino de carros como vía principal, hacía del núcleo un lugar aislado pese a estar a escasa distancia del centro de Noia. Así que se fue vaciando, y los espacios en los que antes se trabajaban las fincas, se molía maíz y donde jugaban los niños fueron tiñéndose del intenso color verde del musgo y los helechos, y la vegetación lo cubrió todo mientras las viejas casas de iban arruinando.

Oculta entre los árboles

Todavía quedan paredes en pie, y el singular molino que fue el eje de la actividad del lugar durante décadas; se puede entrar en las casas ya sin tejados, y una escalera construida en un muro que posiblemente llevaba a las fincas de labranza resiste estoicamente el paso del tiempo. En eso se ha convertido la aldea de Xei, donde parece que nunca llega el sol porque está rodeada de árboles que la mantienen oculta.

Llegar hasta ella no es difícil desde que se acondicionó el sendero que sigue el curso del río. La ruta, un paseo de una media hora, arranca en un monumento histórico, el puente medieval de Traba, y acaba en Xei, que no puede considerarse monumental, pero es también historia del municipio. El sendero es fácilmente accesible y, aunque el primer tramo discurre paralelo a la carretera del otro lado del río, rápidamente el ruido de los coches queda solapado por la naturaleza.

A lo largo del trazado, que también puede hacerse en bicicleta, van apareciendo antiguos molinos en el curso del río, una especie de playa de cantos rodados, carballos que dan sombra a ambos lados del camino... En definitiva, un paseo para desconectar del mundo.

Más de medio siglo

Nadie sabe precisar la fecha exacta, pero los últimos vecinos de Xei se fueron de la aldea en los años 60

Acondicionado

En el 2021 se acondicionó el sendero fluvial desde Noia