Cristina Pedroche asegura que es «supercreyente» desde que nació su hija: «Necesito que alguien más me ayude a protegerla»

LA VOZ REDACCIÓN

SOCIEDAD

Cristina Pedroche, en el pódcast «A solas con»
Cristina Pedroche, en el pódcast «A solas con»

«Cada vez que salgo de casa digo: "Bendiciones", y le doy un besito en la frente», confiesa la colaboradora televisiva, que reconoce que desde que llegó Laia tiene verdadero miedo a la muerte

11 jun 2024 . Actualizado a las 17:36 h.

La maternidad es, sin duda, una de las experiencias más intensas y transformadoras en la vida de las personas y de las parejas. Lo sabe bien Cristina Pedroche, que recientemente ha lanzado precisamente un libro en el que habla de todas las inseguridades y cambios surgidos tras el nacimiento de su hija Laia hace seis meses. Pero si bien la colaboradora televisiva ya se había abierto en canal para hablar del miedo como motor de su vida como madre, había algo que todavía no había contado. Y que ha revelado en un encuentro con Vicky Martín Berrocal en su pódcast A solas con..., donde la diseñadora ha demostrado semana tras semana su capacidad para sonsacarles a sus visitas sus mayores intimidades.

Cristina Pedroche ha confesado que, entre todos los cambios que ha sufrido desde el nacimiento de Laia, uno de ellos ha tenido un aspecto más espiritual y religioso. «De repente, ahora soy como supercreyente», ha expresado la presentadora de las Campanadas. Y todo parte de lo mismo que ha movido últimamente su vida: el miedo. «Es como que necesito que alguien más me ayude a protegerla», explica la madrileña, que ha detallado cuál es su particular liturgia diaria: «Cada vez que salgo de casa digo: "Bendiciones", y le doy un besito en la frente».

«Acabo de empezar en esto de creer en dios», destaca. Y, como novata en la práctica de la fe, reconoce Pedroche que no sabe «cómo va esto de rezar», pero subraya que, en cualquier caso, no reza por ella, sino sobre todo por su hija.

Lo que también ha cambiado, y en sintonía con esta vertiente mucho más trascendente en sus pensamientos, es su miedo a la muerte. Algo en lo que nunca había pensado a lo largo de su vida y que, desde la existencia de su propia hija, está ahora en el centro de sus reflexiones. «Ahora me monto en un avión y pienso: "¿y si nos matamos?"», confiesa sobre sus nuevos pensamientos cotidianos, que le hacen más difícil separarse de Laia. «Por eso nunca me he ido sin ella», explica, «lo máximo fueron dos o tres horas».

Sí reconoce la presentadora que el nacimiento de su hija, todavía lactante, ha supuesto una limitación importante en su vida, tanto individualmente como de cara a su pareja. Si antes la presentadora acompañaba a su marido, Dabiz Muñoz, en sus viajes por medio planeta, todo ha cambiado con Laia. Y ya no solo en los viajes a grandes distancias; también en las pequeñas noches que la pareja deja a la niña en casa de los padres de ella para disfrutar de una velada a solas. «Cuando vamos a un restaurante, voy para estar toda feliz con mi marido, y no estoy disfrutando», explica, «nada más llegar ya me quiero ir rápido».

Aun así, Pedroche incide en que tiene la suerte de tener a alguien con el talante y la comprensión de su marido a su lado, que se muestra comprensivo por la circunstancia actual. «Él entiende que mi prioridad es la niña y siempre me dice que me va a esperar», dice.