Agosto arrancará con tiempo anticiclónico en Galicia

SOCIEDAD

Marcos Miguez

La comunidad gallega esquiva el pico de la ola de calor que está dejando registros históricos en España

01 ago 2024 . Actualizado a las 10:48 h.

España afronta actualmente el pico de la tercera ola de calor del verano que se ha declarado en menos de quince días. Este nuevo episodio de altas temperaturas ha obligado a activar avisos rojos en Aragón, Castilla-La Mancha y Cataluña y también ha dejado un registro para la historia de la climatología española. «Barcelona-Fabra batió su récord de temperatura máxima y alcanza por primera vez 40 grados. Es un observatorio con más de un siglo de historia, reconocido como centenario por la Organización Meteorológica Mundial por la calidad de su serie. El anterior registro máximo, 39.8 grados, se alcanzó en julio de 1982», informan desde la Agencia Estatal de Meteorología.

Sin embargo, Galicia se mantiene al margen de los efectos de la masa de aire africano que dispara el termómetro en la Península. En la costa, las nieblas han frenado considerablemente el ascenso térmico. En las últimas 48 horas, el viento ha soplado flojo y esto ha permitido que el aire en contacto con el mar quede estancado, saturándose de humedad y formando las brumas. En las provincias atlánticas, los valores diurnos fueron bastante bajos. En Vigo, por ejemplo, el termómetro solo llegó a 21,1 grados. A Coruña vivió el martes el día más caluroso de la estación, con 29,9 grados, pero ayer la máxima más alta solo ascendió hasta los 20,3 grados. En el interior fueron algo más altas. La máxima más alta se registró en Ourense con 35,3 grados.

Este jueves, incluso está previsto un nuevo descenso de las temperaturas. Debido a la configuración del anticiclón, el viento soplará del norte. En las provincias de Lugo y A Coruña será una jornada de nubes bajas e incluso algunas precipitaciones débiles. Además las máximas apenas superarán los 22 grados. En la mitad sur serán algo más elevadas, pero lejos de los valores que se registraron el lunes y el martes, cuando la dana sí canalizaba el aire procedente del continente africano.

Mañana, las altas presiones intensificarán su influencia sobre Galicia, permitiendo que regrese el nordés. El día arrancará con algunas nubes, pero con una tendencia a la apertura de claros a medida que avance el día. Las temperaturas se mantendrán dentro de unos valores normales para la época del año. Solo Ourense superará la frontera de los 30 grados.

El sábado será una jornada con una configuración típica del verano gallego. El viento del norte y de componente este permitirá que el cielo esté muy despejado, salvo en la costa norte de Lugo, donde se formarán las habituales nubes de estancamiento. Las máximas ascenderán en la mitad sur de la comunidad, con registros de hasta 34 grados en Ourense y rozando los 30 en Pontevedra. El domingo será otro día seco, soleado y con un nuevo ascenso de las máximas.

En cuanto a la previsión a medio plazo, todo apunta a que el anticiclón de las Azores, que ha estado bastante ausente en junio y julio, será protagonista al menos durante los primeros diez días de agosto. La previsión a medio y largo plazo sí reconoce la posibilidad de que en algún momento las influencias puedan generar algo de humedad, especialmente en la mitad norte, pero en general predominará el tiempo seco y las temperaturas normales de agosto.

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Las muertes atribuibles al calor en Galicia este verano ya superan a las del 2023 según el Instituto de Salud Carlos III

El sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo), que elabora el Instituto de Salud Carlos III, empieza a reflejar ya un exceso de fallecimientos atribuibles al calor, como ocurre en todos los períodos estivales.

En el caso concreto de Galicia, esas cifras indican que, pese a la llegada tardía de las altas temperaturas este verano, tanto de las máximas como de las mínimas, la incidencia está en la misma línea que el año pasado en la comunidad gallega.

Los datos del MoMo, que son estimaciones estadísticas y no una relación de certificados de defunción atribuibles a personas concretas, indican que en el mes de julio que acaba de terminar se registraron en Galicia un total de 2.364 fallecimientos. Son únicamente dos más de los que cabría esperar atendiendo a las medidas de los años anteriores, especialmente desde el 2004, cuando se implementó este sistema de monitorización precisamente para medir el impacto de las olas de calor, aunque también de las de frío. En cuanto a impacto de las altas temperaturas no suelen matar de forma directa a través de golpes de calor, sino más bien por agravamientos de patologías previas.

De esos 2.364 óbitos, el sistema de monitorización atribuye 45 a los excesos de temperatura, con lo que la cifra está en la línea del año pasado cuando en el mismo período de tiempo se estimaron 39 decesos, seis menos que en este mes de julio. Todo ello teniendo en cuenta que Galicia viene de un mes de junio en el que exceso de fallecimientos teóricamente imputables al calor fue especialmente bajo con tan solo 16 frente a los 49 del mismo mes del año pasado.

En cualquier caso es este mes de agosto es el que habitualmente registra los mayores desfases estadísticos. El año pasado, por ejemplo, se atribuyeron 166 muertes a las altas temperaturas, que no dejan de ser una «estimación de defunciones esperadas con el efecto del tiempo y de la temperatura», tal como explica el propio Instituto Carlos III.