Situación grave en el parque natural de Montesinho, en el norte de Portugal, por el fuego
SOCIEDAD
A última hora de este lunes, la Protección Civil de Portugal lograba rodear el último frente del incendio que, desde el sábado, calcinó al menos 400 hectáreas de área natural protegida en el parque natural de Montesinho, en la localidad norteña de Bragança, a pocos kilómetros de la frontera gallega.
«El incendio de Carregosa, en el parque natural de Montesinho, tiene un pequeño frente activo, el combate a las llamas evoluciona favorablemente y, durante la tarde, esperamos consolidar el perímetro del incendio y evitar nuevos focos», había explicado a Lusa, a media tarde, el comandante subregional de Emergencias y Protección Civil de la zona, João Noel Afonso. Los bomberos comentaron la dificultad en extinguir este último y reducido foco, debido a la elevada temperatura, el viento y la poca humedad.
El incendio, declarado el sábado por la tarde tras una tormenta eléctrica, fue uno de los más graves de este verano en Portugal y el que más recursos ha requerido para su extinción. Casi 300 bomberos y un centenar de vehículos, incluyendo seis medios aéreos, trabajaron en el terreno durante todo el lunes, después de que las llamas cobraran fuerza el domingo por la tarde.
En la pasada madrugada, el incendio se acercó a las aldeas de França y Rabal, cuyo alcalde lanzó una desesperada petición de ayuda a través de las redes sociales. Finalmente, las autoridades consideraron que no era necesario evacuar a la población. «Los medios fueron dedicados a la defensa perimétrica de las aldeas, conseguimos desviar el frente del fuego», explicó Afonso.
En la víspera, y también en la zona de Bragança, los bomberos lograron extinguir otro gran fuego, en el ayuntamiento de Vimioso, que se extendió hasta Miranda do Douro. Durante los últimos días, hasta 50 ayuntamientos de todo el país han permanecido en alerta máxima por riesgo de incendios forestales, y otras decenas en riesgo moderado.
Se prevé que, a partir de hoy, el riesgo se reduzca gracias a la bajada de las temperaturas en el norte e interior, así como a algunas lluvias débiles en zonas costeras.