El satélite se vio un 30 % más brillante por a su mayor cercanía con la Tierra, pero de madrugada se ocultó en parte
18 sep 2024 . Actualizado a las 18:09 h.Una superluna, un episodio de mareas vivas excepcional y, de postre, un eclipse lunar parcial. Los astros se han alineado y coincidido para ofrecer un espectáculo poco común entre la tarde-noche y la madrugada de este miércoles.
La Luna llena de la pasada noche, que se conoce como la de la cosecha por su proximidad con el equinocio de otoño y por su coincidencia con el inicio de la recolección en muchos lugares del hemisferio norte, fue hasta un 15 % más grande y un 30 % más brillante, aunque a simple vista no se pueda apreciar del todo esta magnitud. Su espectacularidad se debió a que coincidió con el perigeo, el punto en el que el satélite está más cerca de la Tierra en su órbita. Y este factor es también en gran medida el responsable de que ayer se produjesen las mareas vivas más intensas de los últimos 19 años, que alcanzarán su máximo esta tarde entre las 16.54 y las 17.16 horas coincidiendo con la pleamar y dependiendo de los distintos puntos de Galicia desde donde se observe el espectáculo natural. Y este jueves aún serán un poco mayores.
¿Cuál fue el mejor momento para observar el esplendor lunar? Justo después de la puesta de Sol, cuando el astro empezó a asomarse por el horizonte, poco antes de las nueve de la noche. Y a partir de ese instante ir contemplando como se engrandece. De este modo, el efecto óptico conocido como ilusión lunar, que se aprecia cada vez que sale la Luna, y se vio amplificado en esta ocasión por la mayor luminosidad del satélite.
Un eclipse modesto
En la madrugada, precisamente, dio comienzo la siguiente función celeste: un pequeño eclipse lunar parcial. Eso sí, para observarlo hubo que trasnochar o levantarse pronto. Desde España (tanto desde la península como desde Canarias) el eclipse parcial lunar se pudo observar a partir de las 4.12 horas y llegó al máximo a las 4.44 horas. Fue su momento culminante. La Luna recuperó todo su esplendor a las 5.18 horas, según los datos del Observatorio Astronómico Nacional (OAN).
No fue, sin embargo, un eclipse de gran magnitud. Más bien fue modesto. «La ocultación no llegó ni al 10 % de su superficie. En la parte superior se vió como una pequeña mancha redonda y rojiza», apunta Tosar.
Al mirarlo, el eclipse provocó un ligero oscurecimiento —apenas perceptible a simple vista— de todo el disco lunar durante la fase penumbral y apareció un pequeño mordisco durante la fase parcial, aunque este apenas afectó al 5 % de la superficie visible del astro.
Coincidía en el diagnóstico el astrofísico de la Universidade de Santiago José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller. «Houbo—dice— un eclipse parcial de Lúa, pero dunha magnitude mínima, polo que pode dicirse que na práctica foi so penumbral». Fue como un minúsculo mordisco en el satélite. El fenómeno se pudo contemplarse a simple vista porque, a diferencia de lo que ocurre con los eclipses solar, no entrañó ningún peligro, por lo que no fue necesario utilizar ningún tipo de protección para proteger la vista.
También Saturno
Durante la pequeña ocultación del satélite, los observadores del fenómeno también pudieron ver un objeto brillante cerca de la Luna: Saturno.
El tenue eclipse de Luna fue visible desde Europa, América y África y es el penúltimo de los eventos astronómicos importantes señalados en el calendario del 2024, que se completará con un eclipse anular de Sol el próximo 2 de octubre, aunque únicamente será visible en algunas zonas de Sudamérica.
Nueva oportunidad para ver la superluna
Aunque la superluna coincidió en la noche del martes y la madrugada del miércoles, esta noche, a la salida del sol, también será una buena oportunidad para contemplarla. Seguirá siendo prácticamente igual de luminosa.