La emotiva llamada del coruñés Diego González Rivas en «La Revuelta» a un paciente al que le salvó la vida: «Ha sido bonito este momento, a lo tonto»

Paulino Vilasoa Boo
P. VILASOA REDACCIÓN

SOCIEDAD

El doctor Diego González Rivas, junto a David Broncano, hace una videollamada con uno de sus pacientes
El doctor Diego González Rivas, junto a David Broncano, hace una videollamada con uno de sus pacientes RTVE

La visita del revolucionario cirujano al programa de David Broncano llegó a colapsar la web de la fundación con la que opera a personas de bajos recursos en 136 países

19 sep 2024 . Actualizado a las 15:56 h.

El cirujano coruñés Diego González Rivas ha sido el invitado estrella de La Revuelta para la noche de este miércoles, en la que ha sido la entrevista más larga hasta la fecha del programa de David Broncano para TVE. Ya tienen una historia pasada juntos. Fue precisamente este doctor quien operó en su día al presentador de una hiperhidrosis palmar —que provoca una sudoración excesiva en las manos—.  Pero la extensa charla entre ambos, de evidente complicidad, no tenía que ver con su historia personal, sino sobre la trayectoria profesional del herculino. La duración no era para menos. El doctor tenía mucho que contar. No en vano ha sido, como el presentador no dudó en recalcar, «el cirujano que ha operado en más países y más hospitales del mundo en la historia». Incluso en países tan herméticos como Turkmenistán o Corea del Norte. Desde Galicia para el mundo más que nunca.

González Rivas tuvo tiempo para contar sus experiencias en el hospital de Shanghái, donde pasa seis meses al año, intervenciones en Sudán del Sur, y también la primera operación que realizó en su innovadora unidad móvil, un hospital nómada que se dedica a operar de manera gratuita a personas de bajos recursos sobre todo en África. Concretamente, esa primera intervención fue en Ghana. A un chico de 37 años, llamado Amos Appiah Diaw, que sufría de un aspergiloma, una malformación en el pulmón que provoca sangrado a través de la boca y que, si no se trata, provoca la muerte del afectado. «Una vez estuvo ingresado y estuvo a punto de morir desangrado; le tuvieron que transfundir siete unidades, en la UCI una semana intubado», explicó el cirujano, «nosotros lo operamos y lo salvamos, y estuvo de alta en dos días».

El revolucionario doctor contó, emocionado, que hacía poco que había recibido una bonita carta de Amos dándole las gracias por su trabajo. «Nos dijo que estaba muy feliz», contó. Y Broncano, conocedor del contacto estrecho entre González Rivas con sus pacientes, espoleó al cirujano, medio en broma, para que llamase en ese momento al ghanés. Poco esperaba el presentador que el gallego le iba recoger inmediatamente el guante. Y a regalarle un emotivo momento en directo que pilló por sorpresa a los espectadores, que pasaron de la risa a los ojos llorosos en un momento.

Amos contestó a la videollamada enseguida. Tan confuso como feliz, el paciente explicó que llevaba 14 años sufriendo esa enfermedad, intentando buscar una solución. «Hasta que el hospital de Ghana colaboró con el doctor Diego y su equipo», contó, «y gracias a dios, hicieron una maravillosa intervención». Y todo ello, «sin pagar nada por la operación». Una complicada intervención quirúrgica que le habría costado, en su país natal, unos 4.500 dólares. «La hicimos gratis», confirmó González Rivas.

«Ha sido bonito este momento a lo tonto», puso Broncano en palabras lo que sentían casi seguro los más de dos millones de espectadores de La Revuelta. «Me ha dado alegría», incidió.

Y le sirvió la ocasión para aprovechar, en ese púlpito de excepción que le da TVE, para hacer un alegato a favor de la sanidad pública española. La necesidad de apreciarla como se merece y de cuidarla de cara al futuro. «Es una de las más potentes del mundo y hay que mantenerla e invertir en ella», exclamó Broncano. El invitado le dio la razón: «Es importante valorar lo que tenemos».

El dilema del médico: salvar a un condenado a muerte

Entre las experiencias a las que se ha tenido que enfrentar a lo largo de su vida González Rivas, reconoce el doctor que algunas ponen al límite ciertos dilemas éticos. Aunque él lo tiene claro: la prioridad es salvar la vida de la persona. Independientemente de cuál hayan sido las circunstancias de su vida. Entre los casos más curiosos, tiene una historia reciente en China, la de un condenado a pena de muerte que, tras serle conmutada su pena a cadena perpetua, intentó acabar con su propia vida clavándose un punzón en el corazón. «Tenía la suerte de que la aguja no le había perforado lo suficiente la aorta», explicó el doctor, que, para pesar del propio paciente, pudo salvar su vida. «La cosa moral o filosófica en este caso es extrema», valoró Broncano, «da para una película».

Pero hubo otro caso todavía más paradójico, sucedido en Arabia Saudí. «Lo habían condenado a pena de muerte», explicó González Rivas, «y no lo podían ejecutar porque tenía una malformación cardíaca». De este modo, el cirujano tuvo que operarlo de esa dolencia para poder aplicársele después la pena de muerte.

Mucho dinero, poco sexo

Evidentemente, no se iba a poder salvar González Rivas de las clásicas preguntas de Broncano. El doctor confirmó que no tiene prácticamente tiempo para nada, ni para prácticamente salir de fiesta, entre sus viajes alrededor del mundo y sus regresos a casa, en A Coruña. De este modo, era esperable que la respuesta a una de las clásicas preguntas de Broncano sobre la actividad sexual lo iba a colocar entre los puestos bajos del ránking. 

Pero la situación económica le va mucho mejor. Aunque su fundación es en gran parte altruista, el doctor ha confirmado que, en muchas ocasiones, recibe llamadas de pacientes de alto poder adquisitivo de varios lugares del mundo que lo piden a él exclusivamente para operarse en un sitio y una fecha concreta. La determinación por que sea él llega a veces a extremos insólitos, que han llevado a uno a mandarle un jet para recogerlo nada menos que en el Kilimanjaro.

El cirujano y su equipo habían estado operando en Tanzania y, al acabar las intervenciones, hizo la ruta de subida a la montaña, que dura normalmente seis días. «Un paciente de Rumanía me llamó y quería que operase a su mujer el día 25, porque según la carta astral era el mejor día para operar a su mujer», narró González Rivas, cuyo problema era que no llegaba a Bucarest hasta el día 26. «No te preocupes, el 25 pongo mi jet privado en el Kilimanjaro», le contestó el paciente. Y así se hizo.

Sobre la nueva pregunta de Broncano, sobre si es más racista o más machista, González Rivas ha matizado que su experiencia alrededor del mundo hace muy difícil que se pueda considerar racista, por lo que cree que quizás, en ciertos comentarios o bromas, pueda ser más machista. «De todas maneras, como convivo con muchas culturas donde hay mucho machismo, me doy cuenta de que en España somos poquísimo machistas», valoró, «aunque aún queda mucho por recorrer y por trabajar». 

La web de la Fundación colapsó ante el alto nivel de visitas

La repercusión de la visita del cirujano a La Revuelta fue incuestionable. Tanto, que el aluvión de visitas a la página web de al Fundación Diego González Rivas llegó a colapsar el servicio, que estuvo caído durante varias horas debido a haber excedido el límite de solicitudes de acceso.