La sentencia del caso de violación masiva organizado por un francés, que drogaba a su mujer para que medio centenar de hombres abusara de ella, está prevista para el 20 de diciembre
06 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El juicio que se desarrolla en Francia por la violación masiva a la que fue sometida Giséle Pelicot por parte de su marido, que la drogó para que medio centenar de desconocidos la utilizasen como objeto sexual, se reanuda esta semana en el tribunal de Aviñón. En las diferentes sesiones deberán declarar algunos de los acusados por haber participado en los abusos organizados por Dominique Pelicot, en lo que será el penúltimo grupo que intervenga en la sesión, antes de las requisiciones y los alegatos de las partes. El veredicto se espera para el 20 de diciembre.
Uno de los testimonios que está previsto que comparezcan ante los jueces es el de Romain V. Este hombre, de 63 años, es seropositivo. En seis ocasiones, entre diciembre de 2019 y junio de 2020, acudió al domicilio de Pelicot y se acostó con la mujer, que previamente había sido drogada. En ninguno de esos encuentros utilizó preservativo. Según fuentes judiciales, en la declaración que mantuvo ante los peritos trató de manera banal su implicación en los hechos.
Otro de los acusados que tiene que acudir a declarar es Cédric C. Este informático de 50 años confesó ser un consumidor habitual de pornografía y reconoció sufrir una «propensión a utilizar a los demás como objetos». En su comparecencia previa reconoció que Dominique Pelicot le advirtió de que su esposa estaría drogada. También relató que había planeado imitar al esposo de Gisèle y utilizar la sumisión química en su mujer para que otros hombres abusaran de ella.
Cadena perpetua por asesinato
También ha sido llamado por los jueces Ludovick B., un parado de 41 años acusado de violar en una ocasión a Giséle en la casa de la hija de la víctima, en París. Durante la investigación judicial, Ludovick B. señaló ante los peritos que había sufrido agresiones sexuales por parte del padre de un amigo. Este hombre, Fabrice Motch, ya ha sido condenado por violar a nueve adolescentes y sentenciado a cadena perpetua por un asesinato perpetrado en 1996.
El caso de Gisèle Pelicot se conoció en 2020. Ese año, tres mujeres acudieron a la Policía para denunciar a Dominique Pelicot, a quien habían sorprendido mientras les grababa por debajo de las faldas en un supermercado de la pequeña localidad francesa de Mazan. Cuando los investigadores examinaron el material audiovisual que guardaba el hombre se encontraron con imágenes de la esposa dormida siendo violada por desconocidos. En ese momento se descubrió que Dominique sedaba a Gisèle para que hombres con los que se relacionaba en una red virtual de contactos -ahora clausurada por orden judicial- acudieran a su casa para abusar de ella. Las pesquisas permitieron descubrir a medio centenar de presuntos violadores que actuaban con la complicidad del marido.
El pasado 23 de octubre, Gisèle declaró en el tribunal que se sentía una «mujer destruida» tras haber conocido lo que su esposo había hecho. «No sé cómo voy a superar todo esto. Con casi 72 años, no sé si mi vida bastará para volver a levantarme», declaró. Su abogado aseguró el sábado que, ante las nuevas sesiones, ella «se siente combativa y está dispuesta a llegar hasta el final».