El fenómeno, que se asocia al aumento de la temperatura media global, dejó precipitaciones de carácter torrencial en ciudades como Santiago
09 ene 2025 . Actualizado a las 19:21 h.Este miércoles un frente muy activo generó inundaciones en muchas zonas de Galicia como, por ejemplo, en Santiago. Cuando uno observa los acumulados diarios en realidad no fueron tan significativos. El máximo fue de 73 litros por metro cuadrado en Santa Comba. Sin embargo, el frente que barrió la comunidad llevaba asociada una inestabilidad en su interior mayor de lo normal. Tanto es así que propició lo que en meteorología se conoce como línea de turbonada.
«Es una zona casi rectilínea, que puede formarse dentro de un frente frío, pero también se puede dar en áreas tormentosas, en las que los movimientos verticales son más intensos y por tanto las lluvias son más fuertes que en el resto del sistema frontal. También los vientos alcanzan intensidades fuertes asociados a esos movimientos verticales en la atmósfera. Por último, justo después de pasar la línea de turbonada se produce un descenso de la temperatura», explica Juan Taboada.
En la imagen del radar del pasado martes a las 07.30 horas se puede apreciar muy bien esa línea de inestabilidad con colores amarillos y naranjas que entró por Ribeira y llegó hasta la capital gallega.
La precipitación capaz de inundar una ciudad en cuestión de minutos es de tipo convectiva, no frontal. En este caso se dio la circunstancia de que estaba dentro del sistema frontal. Esta lluvia puede ser de carácter torrencial, provocando que en cuestión de media hora puedan recogerse hasta 30 litros. «Na estación de Aemet en Santiago a intensidade máxima de precipitación foi de 12 litros por metro cuadrado en 10 minutos (intensidade torrencial)», confirman desde la delegación gallega de la Aemet.
El ciclo del agua está modificando su patrón comportamiento debido al aumento de la temperatura media global. La emisión de gases de efecto invernadero calienta la superficie, el océano y la atmósfera. La ecuación de Clausius Clapeyron, muy famosa en Física, señala que la atmósfera podrá contener de media un siete por ciento más de humedad por cada grado centígrado que aumente su temperatura media. La atmósfera actual es hoy mucho más energética que en el pasado. Esto es algo que se ha visto con la dana que afectó a la Comunidad Valenciana en octubre del año pasado. La inestabilidad fue capaz de descargar 770 litros en tan solo cinco horas.