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Yolanda Ramos confiesa con humor que le han diagnosticado TDAH: «Estoy muy contenta, porque ahora entiendo muchas cosas»

LA VOZ REDACCIÓN

SOCIEDAD

Yolanda Ramos, en «Late Xou»
Yolanda Ramos, en «Late Xou» RTVE

La cómica y actriz ha abordado con positividad su trastorno de comportamiento tras revelar que se había llevado sin querer un micrófono del «Late Xou» de Marc Giró: «¡Le he robado al Estado!»

22 ene 2025 . Actualizado a las 14:36 h.

Con Yolanda Ramos todo es posible. La actriz y cómica, colaboradora habitual del programa Late Xou de Marc Giró, siempre es capaz de pillar a todos con la guardia baja. Y en el programa de este martes, ni el propio presentador era capaz de aguantar la risa ante la anécdota que contó la catalana, y que le sirvió, además, para confesarle que recientemente le han diagnosticado Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). «Ahora entiendo muchas cosas», reflexionaba con gracia sobre muchos episodios de su vida a los que antes no le había encontrado explicación.

La anécdota que le sirvió como excusa para hablar de este trastorno del neurodesarrollo que sufre sucedió tras su última visita a Late Xou. Tras acabar su colaboración, Yolanda Ramos salió escopetada y, al llegar a casa de su hermana en Terrasa, notó que las bragas le pesaban. «¿Me he cagado?», pensó en un primer momento. Por suerte, no era eso. Lo que colgaba de su trasero era la petaca, la batería del micrófono que le habían puesto sus compañeros del equipo de sonido. Ramos se había marchado tan rápido que no les había dejado quitársela.

«¡Le he robado al Estado! A Televisión Española», concluyó con gracia la actriz ante el elevado precio de ese equipamiento de sonido. Ramos informó entonces a Giró de que se la había llevado a casa y allí la mantuvo todo el fin de semana, encendida, ya que ni ella ni sus familiares fueron capaces de apagarla. «Estuvimos todo el fin de semana pensando que nos estabais escuchando», le dijo al presentador, que se retorcía de la risa.

Pero este tipo de confusiones o despistes, ahora, «tiene una explicación» para Yolanda Ramos. Le han diagnosticado TDAH, un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por la dificultad para concentrarse, para atender y que viene vinculado a la hiperactividad. «Cada vez que meta la pata, no pasa nada, porque soy TDAH», bromea Yolanda Ramos.

En su explicación, Yolanda Ramos la define como TDA —Trastorno del Déficit de Atención—, un término desfasado que quita la hiperactividad de la ecuación y que hoy en día, desde la comunidad científica, se prefiere llamar TDAH inatento.

La cómica ha enumerado entonces algunas otras anécdotas en su vida que se explican precisamente para alguien que sufre su trastorno, y en el que muchas personas se han sentido muy identificadas. Una de ellas afectó al propio Pedro Almodóvar, con el que trabajó en Volver. Al parecer, Yolanda Ramos llegó allí sin saberse el guion. Estaba en blanco.

«Estar leyendo un guion y estar pensando en una película que haría, no aprendérmelo y llegar en blanco», relató como ejemplo de TDAH, «que se lo digan a Pedro».

También desde el punto de vista académico. En algunos exámenes, según desveló, se inventaba todo porque no sabía nada de lo que le preguntaban. «Sacar un 0,1 en Matemáticas y no encontrar de dónde habían sacado la décima que han pillado», bromeó.

Además, algunos despistes diarios y comunes, como «intentar fumar un mechero encendiéndolo con el cigarro» o acabar metida en un contenedor porque, durante una mudanza, había tirado a la basura el monedero donde tenía las llaves de la casa nueva.

Otro de los más llamativos, uno que implica a su hija. Yolanda Ramos la llevó al pediatra de la Seguridad Social y, al llegar allí, no era capaz de recordar el apellido de la niña. «¿Ahora cómo se llamaba mi marido no me acuerdo? No me acuerdo si es Álvarez o Hernández», pensó en ese momento.

Por todo ello, la actriz y humorista se muestra «muy contenta» de conocer, por fin, la razón tras todos estos episodios que para ella y su entorno eran inexplicables. «Felicidades, qué importante es tener un diagnóstico», le dijo el presentador, ante lo que ella, poniéndose más seria, asintió. «La salud mental es muy importante», recalcó Yolanda Ramos, «pero les ha costado, ¿eh?».

El TDAH, una incapacidad para bloquear las distracciones

Aunque es un trastorno más común en los niños, el TDAH puede afectar también a adultos, especialmente cuando no se ha diagnosticado a tiempo. Pero no existe un único tipo. El más frecuente en los más pequeños es el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, y es precisamente la hiperactividad el motivo de la consulta. En las niñas, hay más prevalencia del otro tipo: el trastorno por déficit de atención sin hiperactividad, que «pasa mucho más inavertido», según explicó la psiquiatra Marina Díaz Martínez, vicepresidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica.

Las síntomas suelen estar especialmente en la dificultad para mantener la atención y la concentración, con mucha fatiga a la hora de intentar mantener una atención sostenida y de calidad. Se distraen con mucha facilidad, son incapaces de bloquear o inhibir los estímulos externos y pasan constantemente de una acción a otra, con la consiguiente dificultad para planificar, organizar o ejecutar tareas.

Se suele observar en los niños falta de atención, errores constantes en las tareas, objetos que se pierden y momentos de aparente ausencia en las conversaciones.

En los adultos, los síntomas son parecidos aunque en otros ámbitos. Dificultad para atender en el trabajo, de hacer tareas que requieren seneridad, hablar mucho, interrumpir en las conversaciones, imposibilidad para organizar su tiempo o organizar la agenda. Generalmente, para aquellos que tienen también hiperactividad, esta se palia en la vida adulta, aunque permanencen las dificultades para la atención y concentración.