El fracaso de la recogida selectiva fuerza el regreso a los envases retornables
SOCIEDAD
El reciclaje está en el 41 % cuando se exigía un 70 para no cambiar el sistema
25 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los consumidores españoles recuperarán el próximo año el sistema de pago por retorno de envases de plástico que marcó la década de los 80, entonces con las botellas de vidrio. La nueva imposición está prevista en la Ley de Residuos de 2022 y nace de un fracaso. En este texto se advertía de que si el sistema actual de recogida separada —los conocidos contenedores amarillos— no cumplía con los objetivos de recogida selectiva marcados por Europa para las botellas de plástico de un solo uso de hasta tres litros, incluidas sus tapas y tapones, se impondría un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR). Tras analizar los datos, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) ha concluido que «como consecuencia del incumplimiento de estos objetivos», antes de noviembre de 2026 el retorno tendrá que formar parte de los nuevos hábitos de los españoles. La normativa ponía plazos y cifras claras. En 2023, el 70% de estos plásticos de un solo uso puestos en el mercado debería ser recogidos de forma separada para su posterior reciclado. En el año 2025, el porcentaje se elevaría al 77%, para finalmente alcanzar el 90% en 2029.
Resultados insuficientes
Para comprobar si se había cumplido con estos estándares, el ministerio realizó el cálculo que resulta de dividir la cantidad de botellas recogidas separadamente entre el total las que fueron puestas en el mercado. Se tuvo en cuenta tanto las recogidas separadas en los contenedores amarillos, gestionados por las entidades locales, como aquellas consideradas «fuera del hogar» que realizan gestores de residuos en colaboración con Ecoembes. La conclusión fue que en el año 2023 fueron puestas 214.039 toneladas de botellas objeto de estudio en el mercado español y, con los datos recopilados de las 92 plantas de reciclaje, se vio que 74.482 toneladas fueron recogidas de forma separada. Las procedentes de recogida selectiva o privada de forma complementaria por la entidad Ecoembes (colegios, estaciones y aeropuertos, ministerios y otras instituciones, centros deportivos, educativos, hospitales, superficies comerciales) sumaron 14.000 toneladas. Con todo, el porcentaje selectivo fue del 41,3%; lejos del objetivo del 70% marcado.
Fuentes del Ministerio aclararon que son «las empresas que producen estos productos los que deben responsabilizarse de los envases y los que deben ocuparse de poner en marcha y financiar el nuevo SDDR». Los técnicos del Miteco colaboran, pero son los productores los que deben diseñarlo e implementarlo.
El sector, que conoció la obligatoriedad de implantar este sistema a finales del pasado año, está ahora inmerso en la fase de diseño. Desde Aecoc, principal asociación española de fabricantes y distribuidores, aseguran que el sector está «comprometido» con el reto, aunque requiera de cambios en los procesos productivos, de distribución y venta, con el consiguiente «impacto económico para las empresas».
¿En qué fase se encuentra el diseño?
Actualmente, los responsables analizan cómo afecta esto a la adaptación del etiquetado, donde se debe de informar del precio del depósito y del retorno, en transmitir toda la información al personal, cambiar los sistemas informáticos, gestionar el espacio en tiendas para la recogida de los envases vacíos. «Estamos identificando todas estas implicaciones para poner en marcha el mejor sistema posible, pensando en el consumidor», afirman fuentes de Aecoc. Lo que sí se sabe es que el precio de partida del depósito por envase será de un mínimo de diez céntimos. Este dinero no está incluido en el precio final de los productos, sino que se deberá pagar aparte y, al retornar la botella usada, será devuelto.
¿En el supermercado o en contenedores inteligentes?
Varios países europeos llevan décadas con el sistema de retorno implantado, y sirve de modelo a las empresas españolas. En España, en los 80, el retorno se hacía en las propias tiendas y supermercados, quienes pagaban directamente al consumidor. Algo que está analizando Aecoc, pero no se descarta optar por contenedores inteligentes. Leonor Pascual, miembro de la Unidad de Tecnologías de Envase de Ainia, destaca que con el avance de las tecnologías, apostar por estos «puede ser la opción más cómoda, accesible e independiente de los horarios de los comercios». Añade que esta tipología es la que funciona en varias ciudades europeas con «buenos resultados». El objetivo, como también recuerdan quienes más han celebrado el cambio, la Alianza Residuo Cero y la Plataforma Ley de ResiduosYA (compuesta por 130 entidades), es que el modelo sea «lo más accesible a todas las personas», por lo que apuestan por los supermercados y tiendas. Además piden que se amplíe al vidrio y a otros envases reutilizables