Alerta espacial: ¿Puede el asteroide 2024 YR4 impactar contra la Tierra?
SOCIEDAD
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Aunque las probabilidades de colisión para el 2032 apenas superan el 1 %, las agencias estrechan la vigilancia sobre esta roca espacial de hasta 100 metros de diámetro
01 feb 2025 . Actualizado a las 13:20 h.Se llama 2024 YR4, fue descubierto el pasado 2024 de diciembre y existe un 1,2 % de posibilidades de que pueda impactar con la Tierra el 27 de diciembre del 2032. Puede parecer un riesgo insignificante, pero ha sido lo suficientemente importante como para poner en alerta a las agencias espaciales de todo el mundo y a los dos grupos de reacción ante este tipo de objetivos celestes promovidos por la ONU: la Red Internacional de Alerta de Asteroides (Iawn) y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (Smpag). El plan de defensa planetaria se ha activado.
No en vano, ningún otro asteroide grande conocido tiene una probabilidad de impacto superior al 1 % Ahora, todas las agencias espaciales pondrán los ojos sobre el asteroide, que tiene un tamaño de entre 40 y 100 metros de ancho, más que suficiente, si llegara a impactar contra nuestro planeta, para provocar daños importantes en la región donde se estrelle, con un efecto que se extenderá hasta 50 kilómetros desde el lugar de la colisión. Si cayera en una ciudad, por ejemplo, quedaría totalmente destruida, al igual que su área de influencia.
De lo que se trata es de determinar su trayectoria para descartar cualquier riesgo. «Es importante recordar que la probabilidad de impacto de un asteroide suele aumentar al principio, antes de caer rápidamente a cero después de observaciones adicionales», explica en un comunicado la Agencia Espacial Europea (ESA).
La órbita de 2024 YR4 es alargada alrededor del Sol. Esta roca gigante se aleja actualmente de la Tierra prácticamente en línea recta, lo que dificulta determinar con precisión su órbita y definir su trayectoria a lo largo del tiempo. En los próximos meses comenzará a desaparecer de la vista de nuestro planeta, por lo que, durante este tiempo, la ESA coordinará las observaciones con telescopios cada vez más potentes que culminar con el uso del Very Large Telescope del Observatorio Austral Europeo, ubicado en el desierto de Atacama, en Chile, para recopilar la mayor cantidad de datos posible.
«Es posible que desaparezca de nuestra vista antes de que podamos descartar por completo cualquier posibilidad de impacto en el 2032. En este caso, el asteroide probablemente permanecerá en la lista de riesgos hasta que vuelva a ser observable en el 2028», indica la ESA.
«En el pasado hubo varios objetos que aparecieron en la lista de riesgo y finalmente desaparecieron a medida que se recibieron más datos. Es posible que nuevas observaciones resulten en la reasignación de este astro a medida que se reciban más datos», tranquiliza la NASA.
Destrucción localizada
Pero mientras no se tengan estudios más detallados no se puede descartar el riesgo de impacto, aunque sea mínimo.
Actualmente, el asteroide tiene una calificación de 3 en la escala de Torino, lo que sugiere una probabilidad de destrucción localizada. Si llegara a hacer contacto podría desatar una devastación equivalente a 8 megatones de TNT, comparable al que devastó en 1908 la vasta extensión de Tunguska, en Siberia. Si el meteorito hubiera impactado en esa ocasión en una zona poblada habría provocado un auténtico desastre. Y eso es lo que ahora se quiere evitar.