Kanye West desactiva su cuenta de X tras autoproclamarse nazi y racista: «Gracias a Elon por dejarme despacharme a gusto»
SOCIEDAD
El rapero publicó tuits alabando a Hitler, criticando a los judíos y puso a la venta en su web una camiseta con la esvástica
10 feb 2025 . Actualizado a las 17:43 h.El rapero Kanye West ha desactivado definitivamente su cuenta de X tras una ristra de deplorables mensajes en los que se autoproclamó racista, fan de Adolf Hitler y criticó a través de clichés racistas a los judíos. «Me voy de Twitter», se despidió, «le agradezco a Elon haberme dejado despacharme a gusto. Ha sido muy catártico usar el mundo como una caja de resonancia».
Todo se precipitó tras su polémica aparición junto a su pareja, Bianca Censori, en la alfombra roja de los Grammy. El artista acudió vestido íntegramente de negro, mientras su novia posaba a su lado ataviada con un vestido transparente que la hacía verse completamente desnuda. La performance volvió a ponerlo en el foco de sus críticos, que le afearon tratar a la chica como un trofeo.
Y entonces West explotó. De la forma más desproporcionada, como ya viene siendo habitual en él. Pero yendo incluso más allá. Para empezar, contestó al tema que inició toda la polvareda, afirmando que sí controla a su pareja, Bianca Censori. «Domino a mi esposa, esto no es una mierda woke feminista», escribió en X —antiguo Twitter—, «está con un multimillonario, ¿por qué iba a escucharos a ninguno de vosotros, estúpidos muertos de hambre?». Y, aunque afirmó que la prenda de los Grammy había sido idea de ella misma, destacó que no habría podido hacerlo sin su aprobación.
En ese contexto, West se lanzó a escribir una serie de aborrecibles mensajes defendiendo las peores causas. Primero sobre el nazismo en general y las loas al dictador alemán en particular. «Soy nazi», «Ahora amo a Hitler», «Hitler era tan genial» o «Voy a normalizar hablar sobre Hitler igual que ellos han normalizado hablar sobre matar negros» son algunas de las perlas sobre el tema. Y hasta ha exhortado a Elon Musk, dueño de la plataforma, a buscarse su propio saludo, tras el comentado gesto del magnate en la toma de posesión de Trump. «Elon me robó mi estilo nazi en la inauguración; colega, ¡hazte con tu propio Tercer Reich!», escribió.
Pero no se quedó ahí. En medio de su delirio, Kanye West también se autoproclamó «racista» y lanzó sus ataques contra la comunidad judía. «Los estereotipos existen por una razón y todos son ciertos», defendió, «puedes conseguir dinero con los judíos, pero siempre te van a robar y te van a invitar a su casa los viernes. Los judíos odian a los blancos y utilizan a los negros».
Mientras estallaba en Twitter, West también tomaba sus medidas también en otras plataformas, concretamente en su propia tienda online, Yeezy.com. De repente, habían desaparecido todos los productos de la web y solo quedaba un único ítem: una camiseta blanca con una enorme esvástica nazi en el pecho. Su nombre en código, HH-01 —las siglas de Heil Hitler, el saludo nazi y que muchas veces se representa también con un 88—.
Las reacciones no se hicieron esperar. David Schwimmer, que interpretaba a Ross en Friends, pidió que el desquiciado Kanye West fuese expulsado de X. E incluso Elon Musk, que ha hecho la libertad de expresión indiscriminada su bandera, se declaró incómodo con las diatribas del artista. En respuesta a un usuario que se quejó, el magnate de Tesla se mostró de acuerdo y dijo que «tantos problemas como estos se pueden resolver solo internalizando la responsabilidad».
Horas después, aunque la cuenta no había sido bloqueada del todo, la plataforma sí la ocultaba a través de un mensaje de advertencia por contenido sensible, que el usuario tenía que sortear para acceder efectivamente al perfil de Kanye West.
Finalmente, tras decir que no se arrepentía de sus mensajes contra los judíos y de escribir un penúltimo tuit diciendo «Legalizad la prostitución», West se despidió de Twitter dándole las gracias a Elon Musk por permitirle expresarse. «Ha sido como un viaje de ayahuasca. Os amo a todos los que me disteis la energía y la atención», dijo.