«¡Montoya, por favor!», el fenómeno global de «La isla de las tentaciones» que llega hasta el programa de Whoopi Goldberg: «Se merece un Emmy»
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SOCIEDAD
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«El clip viral español que podría cambiar la telerrealidad para siempre», sentencia el diario «The Guardian» al hacerse eco del momento que ha dado la vuelta al mundo y ha convertido al programa de nuevo en líder de audiencia
12 feb 2025 . Actualizado a las 09:31 h.Después de ocho temporadas en antena, la versión española de La isla de las tentaciones ha hecho historia. Ha sido por un clip de apenas un par de minutos, pero que lo tiene todo. Tiene drama, tensión, expectación; tiene hasta rayos y truenos, camisas arrancadas, sexo en vivo e incluso humor, haya sido este buscado o no. Una pequeña joya audiovisual de tal calibre que la tragedia de José Carlos Montoya al presenciar en directo cómo su pareja, Anita, se rinde al coito desenfrenado con el tentador Manuel ha dado la vuelta al mundo, hasta el punto de ser examinado en la prensa de todos los países y llegar hasta la tertulia matinal de Whoopi Goldberg en la ABC estadounidense.
El grito desesperado de Sandra Barneda para calmar primero e intentar después parar el maratón de Montoya hacia la villa donde se hospeda su pareja, ese «Montoya, por favor», dio la vuelta al mundo primero como meme y luego casi como grito de guerra. En cuestión de horas, empezaron a usarlo cuentas deportivas de clubes internacionales —primero de básket, luego de fútbol y después ya todas las demás, desde el tenis a la Fórmula 1— para ensalzar las jugadas donde un deportista se desmarcaba de sus contrincantes. Poco después, todo tipo de perfiles entraban al trapo. KFC, Netflix, la FIFA o cuentas virales que ya se centraban más en la propia escena y en el drama del participante del reality. Y ya como resaca de este acontecimiento mundial todavía vivo, han llegado incluso los exámenes sesudos sobre el tema.
«Podría cambiar la telerrealidad para siempre», dice el periódico británico The Guardian en su análisis del fenómeno viral. Cree que el clip que muestra el pathos de Montoya supone un antes y un después, una nueva marca a batir en el género y que ha dejado todo lo que ha pasado en los últimos años en los realities por los suelos. También el francés Le Figaro se ha hecho eco de esta escena que acumula ya más de 200 millones de visualizaciones en el vídeo compartido —y recompartido hasta la saciedad— en X.
Y el programa matinal de la ABC The View, en el que participa la actriz Whoopi Goldberg, ha dedicado una parte de su tertulia a comentar la desdicha de Montoya. «Me siento fatal por él, pero si vas a un programa llamado La isla de las tentaciones cuya premisa es que tu pareja va a ser tentada por alguien más, deberías estar preparado para esto», afirma la colaboradora Sunny Hostin, mientras Alyssa Farah, exsecretaria de Prensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos durante la administración de Trump, considera que la escena bien «se merece un Emmy de honor, porque las olas, el drama, todo junto, cómo él se rompe la camisa».
¿Qué tiene de especial la escena?
La escena, aparentemente, es un día más en La isla de las tentaciones. Para eso van ahí los participantes, para probar los límites de su fidelidad hacia sus parejas y el aguante que tienen en un entorno desfavorable para ello. Durante varias semanas viven en una villa a tope de lujos, con fiesta, alcohol y una buena horda de personas del sexo contrario con cuerpos esculturales que tienen la misión de hacerlos caer en la tentación. Y a ello se añade mucha manipulación por parte del programa a través de vídeos que intentan minar cualquier atisbo de confianza en la relación a prueba.
Pero lo de Montoya tiene mucha una dosis extra de epicidad. El sevillano ya había demostrado con creces su teatralidad en todas las hogueras anteriores. En una se abrió la camisa con rabia como si de su pecho fuese a salir una cría de Alien; en otra le pegó un patadón al atril donde se apoya la raquítica tablet en las que ven las infidelidades de sus parejas; y su clímax dramático llegó al darle el programa la oportunidad de ver en directo qué era lo que sucedía en la otra casa.
El de Utrera ya estaba inquieto desde que vio la gran televisión de plasma. Mientras veía a su pareja arrepentirse de su comportamiento, Montoya ya se movía intranquilo de un lado a otro, gritándole a la ingrata Anita, que había caído en la tentación nada más llegar. Pero en esto llegó el tentador a la habitación. Manuel —el que se hizo famoso en una edición anterior después de que su entonces novia le dijera eso de «Manué, la manita relajá»— se acurrucó en la cama e incitó a la chica a ponerse a ello. Y vaya si lo hicieron.
Montoya se retorcía en la arena, gritando a los cuatro vientos el daño que le estaba haciendo su pareja y llamando al tentador «el Papapfrita». Sentado primero, arrodillado en la arena después, en la orilla de la playa más tarde. «Montoya, por favor», le decía Sandra Barneda. Y, obediente aún, volvía a su sitio durante unos segundos. Pero no aguantaba mucho. «Montoya, por favor». Y volvía a meterlo en vereda.
Poco duró la capacidad de convicción de Sandra. Minutos después, Montoya salía corriendo a toda leche hacia la villa donde se hospeda su pareja, gritando mientras la presentadora intentaba fútilmente detener su maratón. «Por favor, Montoya», repetía en varias ocasiones, cada vez más desde la lejanía. En el cielo, relámpagos distantes, que añadían más dramatismo; y el montaje del vídeo hacía subir la tensión intercalando escenas de Anita en la cama como si estuviera cabalgando a lomos de un corcel desbocado.
El utrerano acabó llegando a la villa de las chicas, gritando «Me has destrozado, me has reventao por dentro» a pleno pulmón, mientras el resto de los huéspedes alertaban a su novia de la que se estaba armando en el jardín. Anita no se amilanó ni lo más mínimo. Al contrario, se enfrentó a gritos a su pareja, mientras él, tirado en la arena, gritaba una y otra vez «¿Por qué?».
Sandra llegó para socorrer a un desamparado Montoya. Y poco después Anita parecía arrepentirse y corría también hacia su pareja buscando la reconciliación. Pero la presentadora los separó enseguida para evitar ese encuentro prohibido según las normas del programa.
Récord de audiencia
El programa, tras esta vulneración de las reglas, penalizó a la pareja con no poder ver las imágenes en la siguiente hoguera, pero en el fondo, a Telecinco le vino de perlas esta reacción por parte de Montoya y Anita.
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La viralización del clip a nivel mundial hizo que el siguiente programa de La isla de las tentaciones, el de este pasado lunes, se convirtiese en la primera opción del prime time, con un espectacular 21,4 % de share y 1.641.000 espectadores, unas cifras que no veían desde la edición del 2021.
En la parte emitida en el access prime time quedan en segunda posición por detrás de La revuelta, aunque con un estupendo dato —14.9% y 2.066.000 espectadores— que relega a El hormiguero a tercera opción de la noche.