Arranca en Francia el juicio al médico acusado de sedar y violar a 300 niños

María Viñas Sanmartín
maría viñas REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El cirujano Joël Le Scouarnec, de 74 años, acumulaba diarios en los que detallaba los abusos

24 feb 2025 . Actualizado a las 13:04 h.

El médico francés Joël Le Scouarnec, de 74 años, lleva entre rejas desde el 2020, condenado por haber abusado de cuatro menores de edad, entre ellas, dos de sus sobrinas. Hoy volverá a sentarse en el banquillo para someterse a un nuevo juicio, un macroproceso —el mayor por pederastia de la historia— que determinará si durante 30 años sedó y violó a casi 300 niños y adolescentes, casi todos pacientes suyos. Se enfrenta a la pena máxima por agresión sexual en el país vecino: 20 años de prisión.

La punta del iceberg fue el relato de su vecina, de seis años, que en abril del 2017 le contó a sus padres que el señor que vivía puerta con puerta le había mostrado su sexo a través de la valla que separaba ambas viviendas, instándola a bajarse la ropa interior. El registro de la propiedad, consecuencia directa de la denuncia interpuesta tras la confesión de la pequeña, se saldó con una ingente cantidad de pornografía infantil requisada y múltiples agendas manuscritas en manos de los policías. Estaban llenas de descripciones detalladas de prácticas sexuales vinculadas a una lista de nombres y apellidos, que resultaron corresponder a niños y jóvenes a los que el doctor había atendido entre 1989 y el 2014.

Durante la investigación, llegaron a contabilizarse unos 350 casos, de los cuales al menos 15 ya han prescrito. A lo largo de los próximos cuatro meses, el tribunal penal de Morbihan, en Vannes, al noroeste del país, juzgará 299, entre ellos la penetración de un bebé de un año y el abuso de una persona de 70. A Le Scouarnec se le imputan un total de 111 cargos de violación y 189 de agresión sexual, agravados por su condición de médico y, también, por la edad de las víctimas, casi todas por debajo de los 15 cuando sucedieron los hechos. Las abordaba aprovechando el efecto de la anestesia. Tres de ellas se quitaron la vida.

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Complicidad del sistema

Durante casi cuatro décadas, Joël Le Scouarnec ejerció en hospitales y centros de salud franceses a pesar de contar con antecedentes por consumo de material pedófilo en internet. Ni siquiera era discreto: varios compañeros alertaron de su cuestionable capacidad «para permanecer tranquilo» cuando trataba a niños pequeños y, aunque cambió de destino en un par de ocasiones —siempre voluntariamente—, nunca fue sancionado ni apartado siquiera de las consultas pediátricas, aún sabiendo los colegios médicos de su condena por posesión de pornografía infantil. Solo cuando se jubiló salieron a la luz los supuestos crímenes perpetrados.

En su casa, además de miles de fotos y vídeos, se encontraron decenas de muñecas que el cirujano utilizaba como juguetes sexuales. En los diarios, transcribía penetraciones y tocamientos llevados a cabo casi a diario en exploraciones previas o posteriores a las operaciones, o directamente durante intervenciones en el quirófano; también, pensamientos e impresiones que atestiguan sus parafilias. «Soy a la vez exhibicionista, voyeur, sádico, masoquista, fetichista y pedófilo. Y soy feliz así». Muchos de sus pacientes se enteraron así, cuando la policía les llamó y les mostró los cuadernos, de que habían sufrido abusos: la gran mayoría no conservaban recuerdos, estaban dormidos.

El juicio ha sido calificado de extraordinario y, aunque será público, hay víctimas que han solicitado mantenerse en el anonimato y a las que se les ha concedido ocho días de procedimiento a puerta cerrada. La abogada Francesca Satta, que representa a una decena de afectados y a familiares constituidos como parte civil, no descarta la aparición de nuevas denuncias a raíz de la causa, que se prevé larga y para la cual se ha habilitado el anfiteatro de la antigua facultad de derecho de Vannes. El sumario tiene casi 800 páginas.. «Hay un período de dos años sobre el que no se encontraron diarios, lo que sugiere que hay más víctimas que podrían emerger en cualquier momento», ha advertido.