El cantante acudió al programa de Jordi Évole y se sinceró como nunca sobre su vida sentimental, la muerte de su hermana y hasta su opinión sobre los impuestos
24 feb 2025 . Actualizado a las 13:37 h.Dani Martín protagonizó este domingo el último programa de Jordi Évole. El que fuera líder de El Canto del Loco, y que ha regresado a los escenarios tras pausar su carrera en el 2022, habló sin tapujos de toda su trayectoria vital. De cómo se enteró de la muerte de su hermana, de sus adicciones, de sus planes de paternidad y hasta de lo que pasó con Amaia Montero.
Hace 16 años que falleció la hermana del cantante. Miriam —como se llamaba— murió en el 2009 de un infarto cerebral. Tenía 36 años y fue completamente repentino. «Era un lunes. Yo estaba durmiendo y el teléfono estaba en el salón», comenzó recordando Dani, sobre cómo se enteró de lo sucedido: «Tenía 75 llamadas perdidas de mi madre. Devolví la llamada y me dijo que mi hermana había fallecido». El madrileño explicó lo duro que fue para él y para su familia superarlo: «Cuando te pasa dices: ¿y por qué a mí?. Pero como dice mi psiquiatra: "Ya ¿y por qué no?"». Ahora, dice, le gusta hablar de ella y recordarla: «Nosotros dejamos de celebrar las Navidades. No nos apetecía. No nos apetecía hablar de ella. (...) Pero ahora lo hago, me gusta hablar de ella. Era una crack. Una veterinaria maravillosa. No le gustaba ser vista, ni que nadie supiera que era la hermana del de El Canto del Loco», contaba.
Sus relaciones
A sus recién cumplidos 48 años, el artista tampoco tuvo problema en comentar en el programa de La Sexta algunos capítulos de su pasado sentimental. Con la actriz Blanca Suárez tuvo una relación que casi no pudo vivir por sus problemas con la prensa. Les perseguían los paparazis: «Teníamos 17 coches persiguiéndonos constantemente. La relación se acabó por eso: había demasiada información sobre nosotros todo el rato. Estuvimos a punto de matarnos en el coche un par de veces. Siempre había alguien detrás. Yo necesito vivir una vida normal, natural. A mí me generó un pánico terrible aquello».
Dani Martín también confesó tener un pasado con Amaia Montero, ex vocalista de La Oreja de Van Gogh: «La quiero mucho a Amaia. Nuestras familias tienen un vínculo muy bonito y de mucho afecto». Preguntado por un posible romance, la respuesta del madrileño fue afirmativa: «Sí, tuvimos un encuentro». La química entre ambos se hizo palpable cuando, en el 2002, lanzaron conjuntamente la canción Puede ser.
La donostiarra abandonó la música hace unos años —aunque previsiblemente volverá a los escenarios en este 2025— por problemas de salud mental: «Yo creo que la quiere mucha gente y que a todos nos alegró cuando la vimos salir con Karol G y cantar Rosas. Ella estuvo en un momento jodido de su vida, como tenemos tú y yo, y tenemos todos», dijo Dani sobre la situación que atravesó Amaia con la que asegura seguir en contacto.
Al ex vocalista de El Canto del Loco se le relaciona desde hace unos meses con la actriz María Hervás. Incluso la madre del cantante confirmó la relación entre ambos cuando los medios le preguntaron al respecto: «Yo a la nuera todavía no la conozco». Ahora, el propio Dani ha hablado incluso de una posible paternidad: «Tenemos la niña en la cabeza», dijo Évole y tras darse cuenta de su lapsus al hablar el plural añadió entre risas: «¡Tenemos he dicho!».
Pagar impuestos
Durante la entrevista, el artista abordó incluso su opinión sobre pagar impuestos: «Hay que pagarlos y ya está (...) Mi manera de ser patriota y de querer mucho a este país es llevando todos los deberes hechos y que nadie me pueda decir nada», apuntó. «Los que están orgullosos de no pagarlos luego son los que sacan las banderas más grandes. Yo también saco mi bandera cuando hay que pagar impuestos. Esto no significa ser bueno, es lo que significa ser justo. Es lo que corresponde». Sobre los creadores de contenido que se marchan a Andorra para eludir el pago de impuestos en España, también quiso pronunciarse: «Lo de que la gente pague en Andorra me toca los cojones: youtubers, estos, y toda esta peña, me toca los cojones».