Cuatro detenidas por hacer ligaduras de trompas clandestinas por poco más de 1.000 euros en un piso de Carabanchel

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La Policía Nacional clausuró el quirófano clandestino
La Policía Nacional clausuró el quirófano clandestino POLICÍA NACIONAL | EUROPAPRESS

Las implicadas, que se hacían pasar por médicas y enfermeras, realizaban operaciones estéticas, como aumentos de pecho o liposucciones, a otras mujeres de origen latino

26 feb 2025 . Actualizado a las 14:17 h.

La Policía Nacional ha detenido a cuatro mujeres que realizaban intervenciones quirúrgicas como ligaduras de trompas, aumentos de pecho o liposucciones de forma ilegal y en deficientes condiciones higiénicas a mujeres de origen latino por un precio que oscilaba entre 1.200 y 4.000 euros en un quirófano clandestino situado en una vivienda del distrito de Carabanchel.

Al quirófano se accedía por la trastienda de una clínica estética que sigue publicitando sus servicios en redes sociales y que se comunica con la vivienda donde residía una de las arrestadas, una mujer colombiana que regentaba el centro de belleza y que se presentaba como doctora.

En la estancia que servía de quirófano ilegal, los agentes descubrieron una camilla donde se practicaban las intervenciones de forma ilegal, junto con todo tipo de aparatos y medicamentos, muchos caducados. En el resto de la vivienda, hallaron gran cantidad de productos médicos, además una agenda con anotaciones y en un congelador almacenaban viales justo con alimentos.

Una escena «dantesca» y «deplorable», según ha definido el responsable de la sección de Consumo, Juan José Castro García, quien junto al jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, José Ángel González, han relatado en rueda de prensa el registro que practicaron el pasado 6 de febrero al tener constancia de dos denuncias, una presentada por la Consejería de Sanidad y otra ante la Policía por una afectada.

A raíz de estas denuncias, los agentes solicitaron al juzgado el registro inmediato de la clínica ya que era frecuentado por unas 20 personas al día, la mayoría de origen latino y que conocían a las detenidas de nacionalidades colombiana, boliviana y peruana.

Además de las cuatro detenidas —dos estaban colegiadas como doctoras y otras dos eran enfermeras— hay otras dos imputadas que ejercían como anestesista y enfermera. Todas están investigadas como presuntas responsables de los delitos de intrusismo laboral, estafa, delitos contra la salud pública y contra los consumidores.