Francia cerrará los falsos salones de masajes para luchar contra la prostitución

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Una mujer realizando un masaje.
Una mujer realizando un masaje. iStock

La asociación de lucha por la igualdad Zéro Macho denuncia que solo en París hay unos 425 de estos locales

01 mar 2025 . Actualizado a las 18:11 h.

El Gobierno francés ha anunciado este sábado que va cerrar los falsos salones de masajes donde se ejerce la prostitución encubierta, ya que «se están extendiendo por toda Francia», en palabras de la ministra delegada de Igualdad y Lucha contra la Discriminación, Aurore Bergé. Para poner en marcha esta campaña, Bergé lanzará en cuestión de unos días una circular interministerial, junto a las carteras de Interior y Justicia, con el objetivo de cerrar el 100 % de esta clase de establecimientos.

«Vamos a utilizar varios resortes: fraude fiscal, trabajo no declarado, sometimiento de personas vulnerables a condiciones de trabajo o alojamiento inadecuadas, empleo de personas en situación ilegal. En caso de delito, se llevarán a cabo investigaciones. Es una prioridad del Gobierno. No habrá tolerancia», detalló Bergé.

Bergé garantizó también que a las trabajadoras de esta clase de salones se las considerará como víctimas y se les dará acompañamiento. «Todo el mundo sabe que de lo que se trata, en realidad, es de trata de seres humanos. Nos hemos acostumbrado a pasarlo por alto, lo que a veces provoca algunas risitas. A mí no me hace gracia, me repugna», manifestó Bergé en una entrevista a un medio francés que ha recogido Efe.

La asociación de lucha por la igualdad Zéro Macho denuncia que solo en París hay unos 425 de estos locales, que se hacen pasar por establecimientos que ofertan masajes no eróticos a sus clientes, pero que tan solo es una tapadera para ofrecer de manera ilegal servicios sexuales.

Ya en el 2019 el Tribunal Constitucional del país galo avaló que se multase a los clientes de la prostitución. Una ley que había entrado en vigor en abril del 2016, pero que fue muy polémica y discutida antes y después de su aprobación. Estuvo dos años y medio debatiéndose en la Asamblea Nacional y en el seno de la sociedad civil antes de su publicación. A favor, los que consideraba que es la única forma de luchar contra las redes de explotación de mujeres. En contra, estaban los que creían que no reduce la prostitución y, además, hace más peligroso y precario el trabajo de las prostitutas.