
La vacuna triple vírica, también conocida como SRP porque protege contra el sarampión, la rubeola y la parotiditis (paperas), se administra con una primera dosis a los 12 meses y una segunda entre los tres y los cuatro años de edad. Sus resultados son indiscutibles porque estas enfermedades prácticamente han desaparecido de España y los casos que se están viendo ahora derivan de infecciones importadas de otros países. Pero para mantener este estado de eliminación del sarampión y la rubeola es necesario, como dice el Ministerio de Sanidad, «mantener coberturas de vacunación iguales o superiores al 95 % con la primera y la segunda dosis».
Salvo Aragón, Canarias, La Rioja y las ciudades autónomas, en lo que respecta a la primera dosis el resto de las comunidades cumplen. Sin embargo, atendiendo a los datos del 2023, que son los últimos consolidados, «la cobertura alcanzada queda bastante alejada del objetivo, disminuyendo considerablemente en relación a la obtenida en los últimos años», lamenta Sanidad.
También comparte la queja el Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría, para el que «las coberturas vacunales son notablemente insuficientes, a pesar de que la cifra correspondiente a la primera dosis a nivel nacional cumple el objetivo del 95 %». Básicamente porque hay nueve comunidades que no llegan a ese 95 % de adherencia con la segunda dosis. De hecho, precisamente por eso, la media española se queda en el 94,42 %.