Un fármaco contra la diabetes reduce la mortalidad de pacientes con estenosis aórtica

I. Castro-Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Sergio Raposeiras-Roubín, cardiólogo gallego e investigador principal del estudio.
Sergio Raposeiras-Roubín, cardiólogo gallego e investigador principal del estudio. Ramón Leiro

Un nuevo estudio liderado por el cardiólogo compostelano Sergio Raposeiras-Roubín prueba la aplicación de la dapagliflozina en el tratamiento de esta patología cardiovascular

29 mar 2025 . Actualizado a las 19:30 h.

Un nuevo estudio coordinado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en colaboración del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, ha demostrado que el consumo de dapagliflozina, un fármaco dirigido a tratar la diabetes, mejora el pronóstico de pacientes intervenidos quirúrgicamente por estenosis aórtica. Esta es una enfermedad degenerativa cardíaca que afecta a una de la válvulas principales del corazón. «Esta válvula, que regula la sangre que sale del corazón al resto del cuerpo, no abre todo lo bien que debería. Entonces, la sangre se va acumulando de forma progresiva en la venas, haciendo que se hinchen y aumente la presión», explica el doctor Sergio Raposeiras-Roubín, investigador principal del ensayo clínico del estudio. En consecuencia, el músculo cardíaco debe esforzarse más, lo que puede derivar en una insuficiencia cardíaca, una angina de pecho —dolor localizado en esta parte del cuerpo—, o incluso en la muerte repentina por arritmias malignas.

El cardiólogo compostelano es uno de los especialistas que llevan en Vigo el tratamiento de los pacientes con esta cardiopatía, que indica que pasa por una intervención quirúrgica. «Antiguamente solo se hacía cirugía abierta, porque no había ninguna solución alternativa. Pero actualmente, en gente sobre todo de avanzada edad, se opta por colocar unas válvulas artificiales a través de un cateterismo». Una técnica que se conoce como TAVI (Implantación de válvula aórtica transcatéter, por sus siglas en inglés).

El cardiólogo indica que precisamente en los pacientes a los que se les colocaba una de estas válvulas «veíamos que seguían ingresando por acumulación de líquido, que nosotros llamamos insuficiencia cardíaca». Entonces fue cuando plantearon probar el posible tratamiento farmacológico con dapagliflozina.

El diseño del estudio DapaTAVI comenzó en el 2020, aunque el reclutamiento de voluntarios como sujetos de prueba no fue hasta el 2021. Se incluyó a 1.250 pacientes con estenosis aórtica severa, sometidos a TAVI y con alto riesgo de insuficiencia cardíaca, en 39 centros hospitalarios españoles. La mitad de ellos recibieron dapagliflozina tras el implante de la válvula artificial, mientras el resto recibió el tratamiento habitual. Los resultados mostraron una reducción significativa de la mortalidad y de los ingresos hospitalarios por insuficiencia cardíaca en el grupo que recibió el fármaco contra la diabetes.

Al eliminar glucosa a través de la orina, la dapagliflozina libera también líquidos

La dapagliflozina está principalmente dirigida a eliminar el azúcar (glucosa) a través de la orina y es uno de los fármacos dentro de la familia de los SGLT2, habitualmente utilizados en el tratamiento de la diabetes. «Estos inhiben una enzima presente en el riñón que hace que elimine más glucosa», describe el investigador. Por lo cual, «para los diabéticos es muy bueno, porque le baja el azúcar en la sangre, pero al hacerlo a través de la orina, también elimina agua. Por eso tiene utilidad en pacientes que acumulen líquidos. Esta fue la idea por la que nosotros lo planteamos utilizar en los pacientes con una valvulopatía», advierte Raposeiras-Roubín.

Ignacio Amat-Santos, cardiólogo en el Hospital Universitario de Valladolid y también colaborador del estudio, exclama que «este estudio demuestra que podemos mejorar aún más el pronóstico de los pacientes sometidos a TAVI, un grupo especialmente vulnerable». A lo que Raposeiras-Roubín añade que «para estos pacientes no había una terapia estándar y ahora hay una evidencia para que se pueda utilizar este tratamiento en todo el mundo. Entonces, al final es un beneficio muy grande».

El cardiólogo del hospital vgués indica que este tratamiento se comenzará a utilizarse en cuanto se presente en un congreso. «Nosotros, los cardiólogos, no esperamos a que salgan las recomendaciones de forma general. Estamos muy atentos a los congresos y, si vemos que hay un fármaco con un estudio que potente y bien desarrollado, lo vamos a utilizar», indica.

Raposeiras-Roubín advierte que en relación al uso de este fármaco se han detectado principalmente dos posibles efectos adversos. El primero pasa por el desarrollo de infecciones genitales, debido a que la glucosa es eliminada a través de la orina. Y el segundo problema es la probabilidad de episodios de bajadas de tensión debido a la deshidratación, al tratarse de una pérdida de líquido en pacientes generalmente de edades muy avanzadas.

Sin certezas de que pueda aplicarse a otras cardiopatías

El doctor del Álvaro Cunqueiro añade que los investigadores entienden que «lo lógico es que se pudiera extender el uso de este fármaco al tratamiento de otras cardiopatías, pero si somos científicamente correctos solo lo podemos aplicar a la población del estudio, los pacientes con el problemas en la válvula aórtica». Raposeiras-Roubín asegura que, por el momento, el equipo de investigación se centrará en estudiar en mayor profundidad el impacto de este medicamento en la calidad de vida de los pacientes con esta patología, antes que explorar su posible aplicación en el tratamiento de otras.

«Nosotros lo aplicamos en la estenosis aórtica porque es la valvulopatía más frecuente en nuestro medio. Para plantear otro estudio hay que tener en cuenta que lleva mucho trabajo y muchos años», clama el científico.

El peligro de las enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de mortalidad en todo el mundo, con alrededor de 20 millones de fallecimientos al año, según la Real Academia Nacional de Medicina de España. Y se estima que la incidencia, en concreto, de la estenosis aórtica en Europa es de entre el 3 % y el 5 % en personas mayores de 75 años, lo que a nivel global equivaldría a aproximadamente a ocho millones de personas.

La retención de líquidos es un problema habitual derivado de este tipo de patologías, debido a que «el corazón no es capaz de recoger toda la sangre que llega del cuerpo, por lo que esta se va acumulando de forma progresiva en la venas», asegura el cardiólogo gallego. Y añade que «la gente con insuficiencia cardíaca generalmente se cansa más rápido, porque tiende a acumular líquido en los pulmones. Además, las piernas y la barriga se le hinchan por esta acumulación de líquidos».