Los Países Bajos registran al menos 85 «donantes masivos» de esperma desde el 2004

La Voz EFE / LA HAYA

SOCIEDAD

Un espermatozoide fecunda un óvulo
Un espermatozoide fecunda un óvulo x

Hay alrededor de «3.000 niños con más de 25 medios hermanos», señala la Asociación de Ginecólogos Neerlandeses

14 abr 2025 . Actualizado a las 20:07 h.

Al menos 85 donantes de esperma compartieron su semen de forma «masiva» desde 2004 en diferentes clínicas de fertilidad en los Países Bajos, ha anunciado este lunes la Asociación de Ginecólogos Neerlandeses (NVOG), lo que supone que cada uno de estos hombres ha tenido más de 25 hijos por donación, algo que va contra las reglas.

Una nueva ley, en vigor desde abril, muestra de forma más clara cómo las clínicas de fertilidad manejaron el esperma donado en los últimos 20 años, y, según los datos disponibles, hay un mínimo de 85 «donantes masivos», un calificativo usado para aquellos que han donado con éxito su esperma más de 25 veces, ha asegurado NVOG al canal público neerlandés Nieuwsuur.

La mayoría de los donantes tienen entre 26 y 40 hijos, pero hay algunos con hasta 50 o 75 descendientes. Solo el famoso donante Jonathan Meijer, de 43 años, tiene cientos de hijos, al menos 550, según él mismo ha admitido. Hace dos años, Meijer se enfrentó a una demanda judicial por parte de los padres de muchos de esos niños, por lo que el tribunal le ordenó dejar de proporcionar su semen para proteger a los menores de las consecuencias «psicosociales negativas» de tener «cientos de medios hermanos que no eligieron», y le impuso una multa de 100.000 euros por cada nuevo hijo que naciera.

La regla de 25 hijos como máximo por donante existe desde los años noventa pero, en la práctica, hubo muchos errores, ya que los donantes se registraron en varias clínicas y se procrearon muchos más hijos con el mismo esperma porque no había ningún sistema de alerta nacional, lo que ha resultado en numerosos escándalos de donación masiva de semen en los Países Bajos. Muchas clínicas usaron el mismo esperma a propósito y sin permiso de las madres, y algunas intercambiaron el semen con otras clínicas sin conocimiento del donante y sin registrarlo bien.

En 2018, la NVOG cambió el máximo a doce hijos y, desde el 1 de abril, donantes y madres se registran a nivel nacional, no por clínica. Esto se aplica también de forma retroactiva desde el 2004, porque ese año se prohibieron las donaciones anónimas. «Estamos hablando de unos 3.000 niños, con más de 25 medios hermanos y hermanas», señala Ties van der Meer, de la fundación Donorkind, que defiende los derechos de los hijos nacidos por donación.

La NVOG pide a madres, hijos nacidos por donación y donantes que contacten a la clínica donde tuvo lugar el tratamiento si quieren más información. «El número de donantes masivos debería haber sido cero», lamenta la ginecóloga Marieke Schoonenberg, de la NVOG, que pide «disculpas como grupo profesional porque las cosas no se hicieron bien».

«Nunca van a poder tener citas tranquilamente. Si se enamoran de alguien, siempre tendrán que hacer una prueba de ADN» para asegurarse de que no sean medio hermanos, indica Van der Meer a modo de ejemplo sobre las consecuencias que tiene esta situación sobre los hijos nacidos por donación. En los últimos años, han salido varios escándalos sobre tratamientos de fertilidad que se remontan a antes del 2004. Al menos diez ginecólogos usaron su propio semen sin conocimiento de las mujeres que querían quedarse embarazadas en sus clínicas de fertilidad. Uno de ellos es Jan Karbaat, con 81 hijos confirmados, o el ginecólogo Jan Wildschut, que engendró al menos 47 niños.