Lo que auguran las apuestas del cónclave: Parolin será elegido en dos días y se llamará Francisco o Juan Pablo

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Parolin, Tagle y Zuppi, en imágenes de archivo
Parolin, Tagle y Zuppi, en imágenes de archivo Reuters, EFE

La incertidumbre, el hermetismo de la Iglesia y la imposibilidad de hacer predicciones convierten las apuestas en lo mismo que «lanzar los dados»

07 may 2025 . Actualizado a las 14:48 h.

Quién será el nuevo papa, de qué continente procederá, qué nombre elegirá, cuánto durará este cónclave. Son algunas de las apuestas que se pueden hacer con respecto a la cita que arranca hoy y las casas de apuestas tienen claramente dos favoritos: Pietro Parolin y Luis Antonio Tagle, que aparecen en primera y segunda posición, respectivamente, en la carrera por ser el próximo obispo de Roma.

Los españoles se alejan de los primeros puestos y en las diferentes casas de apuestas se repiten los nombres de Carlos Osoro, Cristóbal López Romero, Juan José Omella y Ángel Fernández Artime como posibles papables. En las quinielas está también Rouco Varela, aunque muy alejado del resto de españoles. En alguna de las casas de apuestas la cuota es de cien euros por euro apostado.

«Desde luego es incertidumbre total». Manuel Febrero Bande, catedrático de Estadística en la USC, compara apostar sobre el resultado del cónclave con« lanzar los dados», porque se trata de una reunión tan hermética que es imposible tener información previa, como sí es posible en las apuestas deportivas, donde hay estadísticas previas.

«Para predecir el futuro siempre buscamos patrones que se hayan producido en el pasado», explica Febrero Bande. Por eso se especula con que hay una cifra importante de miembros del colegio cardenalicio nombrados por el papa Francisco, aunque «no asegura que vayan a votar a un papa continuista» y tampoco es público el contenido de las conversaciones que se han llevado a cabo durante las congregaciones. Eso significa que al contrario de lo que ocurre con la sapuestas deportivas, en este caso «no puedes hacer predicciones basadas en el anterior cónclave, porque aquí todo puede cambiar».

Así que no, no vale la pena apostar por el resultado de cónclave que empieza hoy. «No vale la pena porque en cualquier apuesta la única que gana siempre es la casa», afirma el matemático.

Sin embargo, hay opciones para todos los gustos. Hay quien se ha arriesgado a adivinar el continente del que procederá el próximo pontífice —Europa y Asia están en cabeza, seguidos de África— y las casas de apuestas auguran un cónclave de entre dos y tres días, con cuotas de 1,65 euros por euro apostado en el caso de que la fumata blanca aparezca en 48 horas y a 4 euros por euro apostado si las deliberaciones se alargan tres días.

Las casas de apuestas también permiten vaticinar el nuevo nombre del papa y parece que el debate está entre tres: Francisco (sería Francisco II), Juan Pablo (sería Juan Pablo III) y Juan (que sería XXIV), aunque hay quien ha decidido apostar a que el próximo papa se llamará Elon, Donald, Taylor e incluso Pedro Sánchez.

Misa «Pro eligendo pontifice» este miércoles en el Vaticano
Misa «Pro eligendo pontifice» este miércoles en el Vaticano VATICAN MEDIA HANDOUT | EFE

Comienza el cónclave más universal

Cardenales de 71 países se encierran esta tarde en la Capilla Sixtina sin conexión con el exterior para elegir al sucesor de Francisco

 Valentina Saini

Hoy comienza uno de los cónclaves más esperados de la historia moderna. No solo porque participarán 133 cardenales de 71 naciones distintas, sino porque muchos católicos esperan un pontífice del nivel de Francisco. «En un mundo que ya no parece tener referencias morales, el papa puede ser un referente no solo para los católicos, sino también para muchos no creyentes», escribió un italiano en X, y suena parecido a lo que dijo el cardenal Kasper: «la gente quiere un papa que siga la senda de Francisco».

En Italia hay especial expectación, tanto porque Roma es el epicentro del catolicismo como porque muchos esperan que el próximo papa sea un italiano. El cardenal Parolin, secretario de Estado de Francisco, sigue siendo el candidato más fuerte, pero en los últimos días parece haberse reforzado la candidatura del cardenal Pizzaballa, patriarca de Jerusalén desde 2020, a quien su ex secretario considera «una escuela de sabiduría y liderazgo», además de una persona «muy paciente», accesible y con gran sentido del humor. Parolin parece ser percibido como demasiado propenso a la mediación y prudente, aunque, advierte un obispo del centro de Italia, «saber mediar es un don precioso, en un mundo en el que ya nadie parece querer mediar y escuchar».

El sector más conservador, los cuervos, reprochan a Parolin el acuerdo secreto que hizo con China en 2018 para el nombramiento de obispos y al mismo tiempo acusan al filipino Tagle de no hablar chino lo suficientemente bien. Pero ni siquiera los cuervos pueden negar que Tagle representa el rostro asiático de la Iglesia, ni su capacidad de diálogo con los fieles. Tampoco pueden negar que el propio Francisco, en 2024, declaró que estaba «contento con los diálogos con China».

Otro cardenal que se perfila como posible sucesor de Francisco es el francés Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, ciudad emblemática del Mediterráneo multiétnico. Aveline está dotado de perspicacia política y da gran importancia a los migrantes (él mismo tuvo que abandonar de niño el país que le vio nacer, Argelia) y al diálogo interreligioso, especialmente con el islam; además, habla italiano con bastante fluidez, lo que no es irrelevante para elegir al obispo de Roma. La edad es, en ambos casos, su debilidad, y más aún para Pizzaballa: tienen respectivamente 66 y 60 años (recién cumplidos); sobre ambos circula el viejo chiste de que «si fuera elegido no sería un santo padre, sino un padre eterno».

También vuelve a circular el nombre del cardenal Zuppi: nacido en Roma, hijo de un famoso periodista, es licenciado en teología y en literatura y filosofía, y muy querido por los progresistas italianos por su dedicación a los inmigrantes, los sin techo y los trabajadores, temas importantes para Francisco. Zuppi es también presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, un cargo que requiere grandes dotes de liderazgo, pero también de mediación. Vive en Bolonia, en la Casa del Clero, con veinticinco sacerdotes ancianos jubilados, que contaron a un periódico local que «sale al amanecer en bici y vuelve tarde por la noche», que «come poco y habla mucho» y lo definieron como «es una joya de sacerdote que haría bien al mundo».

También figuran dos cardenales españoles entre los papables. El primero es el salesiano Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat, que también tiene la nacionalidad paraguaya gracias a los dieciocho años que vivió allí, y conoce los retos del continente más joven del planeta, África; se le considera un hombre humilde y chistoso, y de hecho gustó mucho a los medios italianos cuando bromeó hace unos días: «si veo el peligro de ser elegido en el Cónclave, empiezo a huir y me encuentran en Sicilia». El segundo es otro salesiano, Ángel Fernández Artime, muy volcado con los jóvenes y enérgico. Otro papable es el cardenal sueco Arborelius, aunque él mismo dijo que, con una Europa «vieja y cansada», lo natural sería que «el próximo Papa viniera de Asia o África».

Muchos cardenales no dejan de repetir que será un cónclave breve, que probablemente durará dos días. Sin embargo, son varios los que admiten que todavía hay «confusión» y que no será fácil encontrar un nombre compartido. De hecho, en apenas una decena de días de Congregaciones ha habido 218 discursos, entre ellos algunos de cardenales que no son electores por tener más de ochenta años.

Por eso, varios medios italianos señalan que las dos o tres primeras votaciones probablemente solo servirán para tantear el terreno. De las Congregaciones surgió el consenso para una suerte de «consejo de ministros» de cardenales de diversas partes del mundo que acompañen permanentemente al nuevo papa y le ayuden a dirigir una Iglesia, que es cada vez más global. Y de la décima Congregación, este lunes, surgió un perfil del nuevo papa, como explicó una nota de la oficina de prensa de la Santa Sede: «una figura que debe estar presente, cercana, capaz de actuar como puente y guía, de favorecer el acceso a la comunión a una humanidad desorientada y marcada por la crisis del orden mundial. Un pastor cercano a la vida concreta de la gente».