Una biografía de Freddie Mercury revela que tenía una hija secreta: «Es y fue mi padre, tuvimos una relación cercana y amorosa»
SOCIEDAD

La madre de la niña era una mujer casada con un amigo del propio cantante. Los tres pactaron un modelo de familia particular, con un cuarto reservado en la casa para el artista
25 may 2025 . Actualizado a las 15:49 h.«Freddie Mercury es y siempre fue mi padre. Desde que nací hasta el final de sus días tuvimos una relación cercana y amorosa. Me adoraba. Me cuidaba. Me atesoraba como a una joya». Así abre Love Freddie, la última biografía del que fue vocalista de Queen. Con una carta de la que es, supuestamente, la hija secreta del inconmensurable artista. Fue uno de esos importantísimos datos biográficos que consiguieron permanecer escondidos durante casi 50 años. Medio siglo de silencio sobre un tema sobre el que ahora ha puesto luz la periodista Lesley Anne Jones.
El rey del rock, ese virtuoso de la voz que encandiló a toda una generación, y también a todas las siguientes a pesar de la una prematura pérdida por esa lacra de final del siglo pasado que fue el sida, tenía todavía muchas más cosas que contar. Y no eran ya pocas las que se sabían. Pero el nacimiento de su hija había permanecido en un cajón, en ese espacio acogedor en donde se guardan las cosas más preciosas. Así se define en el libro su propia hija, como una joya que Freddie atesoraba con cariño y cuidado.
El libro prefiere mantener a la hija de Mercury en el anonimato. Ella nunca fue nadie para el mundo. Lo fue solo para su padre, para su madre, para su padrastro y para los íntimos más selectos —entre ellos los otros miembros de Queen y Mary Austin, a la que Freddie consideraba como «su mujer»—. Y así quiere que siga siendo. Su historia comenzó en 1976, en pleno apogeo de Queen, cuando regalaban a la historia de la música ese llanto insuperable y único que es Bohemian Rhapsody.
Freddie Mercury conocía de sobra a su madre antes de la propia gestación. Su progenitora era una mujer casada, concretamente con uno de los grandes amigos del propio cantante de Queen. No hay detalles de cómo surgió esa relación sexual, en ese momento de excesos en el mundo artístico tras un siglo XX de cambio constante. Pero lo que sí se sabe es que, a la hora de conocer su embarazo, en la decisión de su madre pesó su educación en la fe católica. Por convicción, se negó a abortar. Y la mujer, su marido y el propio Freddie hicieron un pacto: el de formar una familia a tres que, en ese momento, no estaba entre las opciones marcadas.
«Aunque las circunstancias de mi nacimiento puedan parecer, para algunas personas, inusuales o incluso indignantes. No debería sorprender. Nunca le restó en su compromiso por querer o cuidarme. Me cuidaba como si fuera una posesión preciada», dice la supuesta hija del cantante, rompiendo una lanza a favor de su padre.
La niña crecería con el matrimonio, pero, como consideración a su padre biológico, mantendrían en esa vivienda una habitación reservada para que el artista, en el apogeo de su carrera, entrase y saliese cuando quisiese o pudiese. No siempre estaba allí, pero, según revela la chica, cada noche, antes de acostarse, hablaban hija y padre por teléfono.
Tenían una relación cercana y cariñosa. Pero el sida se lo arrebató muy pronto, en 1991. Antes de morir, Freddie le dejó, como legado, 17 tomos con sus diarios, los que la mujer ha compartido con la biógrafa Lesley-Anne Jones para la tercera biografía que diseña sobre el artista.
No sabía la periodista que todavía le quedaba un importante capítulo por contar. Y su primer instinto fue dudar de la veracidad del testimonio de la supuesta hija de Freddie. Tras analizar los escritos, y la actitud de la chica, ya no tuvo dudas. «Nadie podría haber falsificado todo esto. ¿Por qué habría trabajado conmigo durante tres años y medio sin haberme pedido nada? En mi experiencia con los fantasiosos, y he conocido a unos cuantos, piden gratificación, publicidad y premios. Ella nunca me ha pedido dinero, no quiere reconocimiento. Tanto Freddie como su padre de adopción le dejaron una fortuna», indica, convencida.
Sí hay algunos datos de esta supuesta hija de Freddie Mercury: tiene 48 años, vive en Europa, trabaja en el sector de la salud y ha formado una familia. «Vivimos una vida tranquila y anónima, y queremos que siga así. Nadie necesita saber quién soy».