
La Consellería de Política Social reedita sus propias ayudas, lamentando que desde el Gobierno central no llegue ni se concrete financiación para los afectados y sus familias
27 may 2025 . Actualizado a las 14:58 h.Un año más —y ya van tres— la Xunta de Galicia convocará este 2025 sus propias ayudas para los enfermos de ELA y sus familias, una partida a la que la Consellería de Política Social destinará más de tres millones de euros. Así lo avanzó este martes su titular, Fabiola García, en un encuentro interterritorial sobre la implantación de la ley de la ELA en el que lamentó que la financiación del Gobierno central no está, ni se la espera.
En su intervención durante el evento, organizado por la Conferencia Nacional de Entidades de ELA, la conselleira recordó que el Ejecutivo gallego ha «marcado el paso» en lo que a atención de personas con ELA se refiere, siendo Galicia la primera comunidad en poner en marcha ayudas directas y automáticas. Estas subvenciones, que llegan cada año a unos 200 beneficiarios, ascienden a 12.000 euros anuales por afectado, que se reciben de forma inmediata sin requerir para su solicitud complicados trámites burocráticos.
Tal y como explicó Fabiola García este martes, este importe puede destinarse a costear distintas necesidades, como la adquisición de grúas, sillas de ruedas o camas, la adaptación del domicilio o el entorno, la compra de un vehículo adaptado o la contratación de atención profesional: fisioterapia, rehabilitación o psicología, por ejemplo. La conselleira también quiso recordar en el encuentro que Galicia cuenta desde hace años con una vía preferente para aligerar las gestiones relacionadas con las peticiones de dependencia de los enfermos de ELA.
Para terminar, García exigió al Ejecutivo de Pedro Sánchez «la asignación inmediata de los fondos necesarios» para que se cumpla la ley de la ELA, aprobada el pasado octubre. Esta inyección económica, insistió, es «urgente» para estas personas, que la necesitan, dijo, para recibir atención domiciliaria y costearse tecnología de apoyo. «Es de justicia para que los familiares no sigan asumiendo en soledad el coste emocional y económico de la enfermedad», subrayó.