
El programa de La 1 eliminó radicalmente a sus colaboradores el lunes, pero este martes cambió de nuevo su formato y los recuperó
03 jun 2025 . Actualizado a las 20:19 h.Un mes en antena y un sinfín de cambios que desconciertan a la audiencia, los pocos fieles que acompañan cada tarde a La familia de la tele. El proyecto, cuyo estreno fue pospuesto dos semanas y que comenzó con un desfile por todo lo alto que habría costado a las arcas públicas unos 400.000 euros, no termina de cuajar en la parrilla de RTVE. Y el último cambio lo aleja aún más de la idea inicial con la que se anunció.
El viernes pasado, bien entrada la tarde, La 1 comunicaba por sorpresa que remodelaba de nuevo sus tardes para recortar al mínimo la duración de La familia de la tele y recuperar el concurso El cazador en su versión famosos. Este lunes el programa logró un 6,2 % de cuota de pantalla, unas cifras similares a las que obtenía antes de los cambios. Y es que la segunda parte del programa, que había sido hace poco remodelado para que lo condujesen Inés Hernand y Aitor Albizua con el fin de tratar temas sociales, era la que menos seguimiento tenía por parte del público.
Plató vacío y sin colaboradores
Aunque en la emisión que comenzó antes a través de RTVE Play parecía que La familia de la tele seguía con su habitual despliegue de colaboradores, los espectadores se encontraron este lunes con una mesa y solo tres presentadores durante el tiempo que duró su emisión en La 1. Inés Hernand, Aitor Albizua y María Patiño repasaron parte de la crónica social de los últimos días dando paso a conexiones desde la redacción del programa, intercalándolo con videollamadas de colaboradores como Isa Pantoja.
La escena era más parecida a un programa de Socialité, que precisamente condujo María Patiño hasta el divorcio definitivo de los directivos de la extinta La Fábrica de la tele y Telecinco, que al despliegue que anunció su productora, La Osa, en su presentación. Ni una imagen del plató Bellavista, una especie que barrio que estaba llamado acompañar las tardes de La 1, ni ninguno de los múltiples colaboradores que desfilaron por Prado del Rey hace un mes. El mismísimo Kiko Matamoros entró desde la redacción del espacio para hacer sus aportaciones, pero no lo hizo desde plató, ni desde la sala de estar donde pasaban la tarde los miembros del programa.
Tampoco entró parte del equipo de Ni que fuéramos shhh, que dejó Ten para mudarse a La 1, y que fue sustituido en aquel canal por Tentáculos, con Carlota Corredera al frente, que de nuevo esta semana ajustó sus horarios para adaptarse a los de La familia de la tele.
A los tres presentadores, que aparecían separados —a un lado, Hernand y Albizua, y, al otro, Patiño—, no se los vio muy cómodos, mientras iban dando paso a vídeos inconexos de agencias sin explicación y anunciando secciones que no llegaban a emitirse, como la de Luis Quevedo sobre salud.
Este martes, el espacio cambió radicalmente el formato, dinamizó las intervenciones e incorporó a varios colaboradores, entre ellos Belén Esteban (que se dedicó a cocinar), Kiko Matamoros y Lydia Lozano. En el plató se dispusieron dos sofás enfrentados para que desde cada uno se debatieran opiniones opuestas de los temas del corazón que se trataban.
Larga nómina de colaboradores
Nada se sabe por ahora de una parte de sus fichajes estrella, como Rocío Carrasco (que desfiló el primer día, aunque no acudió en ningún momento a plató). A ellos hay que sumar a Chelo García Cortés, Víctor Sandoval, Bob Pop, Silvia Taulés, Martín Bianchi, Nuria Marín, Cesc Escolá, Marta Verona, Fernando Pérez y Lucrecia Mangialavori, entre otros colaboradores que se anunciaron en su estreno.
«No tenemos ni donde sentarnos», decía Belén Esteban hace unas semanas, cuando amenazó con abandonar el espacio y aseguró que el formato no funcionaba, en una especie de Belenazo que en Sálvame sacaban a relucir cuando veían que los audímetros se tambaleaban. En este caso, la audiencia no les acompañó y todo parece indicar que el programa, una de las grandes apuestas del nuevo presidente de RTVE, José Pablo López, tiene los días contados.
Y eso que el presidente descartó hace unos días retirar este espacio para esperar a tener «un convencimiento profesional de que el programa no da más de sí». Además defendió que la franja vespertina, sumando la fiel audiencia de la Valle salvaje y La promesa, era la «segunda opción » para la audiencia.