
La Fundación "La Caixa" ofrece un programa que incluye acompañamiento emocional, social y espiritual
04 jul 2025 . Actualizado a las 09:27 h.El Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas, impulsado por la Fundación ''la Caixa'', nació en el 2008 con el objetivo de contribuir a mejorar su calidad de vida mediante el abordaje de los aspectos emocionales, sociales y espirituales. Con frecuencia, la atención sanitaria se centra únicamente en las necesidades físicas, pero cubrir las urgencias espirituales puede tener un impacto significativo en el bienestar durante el tramo final de la vida. Xavier Sobrevia, médico y asesor del programa, explica que «si durante la vida, para muchas personas, la dimensión espiritual y religiosa tiene una gran importancia, cuando se acerca el final adquiere aún más valor, porque ayuda a reconciliarse, a responder preguntas y aporta esperanza en el futuro, después de la muerte».
Para Paco, paciente del programa, sus creencias tienen un papel relevante en su día a día. «Es muy importante. En el fondo, la religión siempre ayuda mucho», asegura. Esa dimensión espiritual no tiene por qué expresarse necesariamente a través de la religión. Yolanda López, psicóloga del equipo, apunta: «Hay gente que es muy religiosa, pero no es espiritual; hay gente espiritual que no es religiosa, y hay personas que son ambas cosas». Es el caso de Asunción, otra de las usuarias de la iniciativa.
El apoyo a estas necesidades no se ofrece de forma aislada ni en compartimentos estancos, forma parte de una atención integral. Los equipos profesionales del programa son de carácter interdisciplinar y están compuestos por psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos, agentes pastorales y voluntarios.
La fundación tiene presente la gran diversidad de perspectivas desde las que se entiende la espiritualidad. Por ello, y con el objetivo de apoyar a los profesionales, pone a su disposición una guía de atención religiosa al final de la vida.
Atención en Galicia
El trabajo de los profesionales no finaliza cuando una persona fallece. Posteriormente, los equipos siguen acompañando a los familiares en su proceso de duelo.
Esta iniciativa cuenta con 65 equipos en todo el Estado. En Galicia, el programa ha atendido desde sus inicios a más de 15.000 pacientes y a más de 16.000 familiares. Todo ello se lleva a cabo con la colaboración de dos entidades: Cruz Roja Española (en A Coruña, Lugo y Ourense) y la Asociación Española Contra el Cáncer (en Pontevedra).