Solo tres de cada diez capitales españolas cuentan con refugios climáticos
SOCIEDAD

Greenpeace alerta de la falta de cobertura frente al calor extremo y denuncia limitaciones en los refugios existentes
29 jul 2025 . Actualizado a las 13:00 h.En un contexto global marcado por el cambio climático y el crecimiento acelerado de las ciudades, surgen desafíos urgentes vinculados a la resiliencia urbana y la sostenibilidad ambiental. Entre las soluciones más eficaces a corto plazo por parte de los ayuntamientos destacan los refugios climáticos.
Es decir, espacios públicos adaptados para proteger a la población del calor extremo. Pueden ser interiores o al aire libre, pero deben ofrecer sombra, acceso a agua y condiciones de descanso, especialmente para personas vulnerables.
No obstante, solo tres de cada diez capitales españolas disponen de una red consolidada de estos espacios. Así lo revela Greenpeace en su informe Ciudades al rojo vivo: refugios climáticos y desprotección frente al calor extremo en España, elaborado tras examinar la situación en las 52 capitales del país.
«Nuestras ciudades están al rojo vivo y es urgente que los ayuntamientos pongan en marcha planes de adaptación resilientes y justos. Los refugios climáticos son un primer paso... Hay que habilitarlos para que sean efectivos y puedan proteger realmente a la población más vulnerable», afirma Elvira Jiménez Navarro, responsable de la campaña de adaptación urbana al cambio climático de la organización.
Cobertura insuficiente y con carencias
A pesar de su relevancia para mitigar los efectos del calor, Greenpeace señala la inexistencia de este tipo de infraestructuras en las capitales de siete comunidades autónomas: Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Cantabria, Asturias y ambos archipiélagos.
Incluso en municipios que han implementado estos recursos —como Barcelona, Murcia, Bilbao o Málaga— se han identificado limitaciones significativas. La más común es la restricción horaria, ya que muchos permanecen cerrados al mediodía, por la tarde, durante fines de semana o, en algunos casos, en plena temporada estival, lo que limita su funcionalidad.
Asimismo, no todos son de acceso gratuito, no reúnen las condiciones adecuadas de aforo ni cuentan con zonas habilitadas para el descanso. Otros incluyen como refugios espacios al aire libre, como parques o plazas, sin considerar si realmente ofrecen una protección efectiva frente al calor.
La organización ecologista subraya la urgencia de adoptar medidas concretas ante el aumento de las olas de calor. Entre sus recomendaciones figuran la identificación de zonas prioritarias de intervención y la adecuación de instalaciones ya existentes, con el fin de aumentar el número y la calidad de los refugios disponibles.