Haakon de Noruega arropa a su hijastro Marius con unas vacaciones en Portugal mientras la Fiscalía estudia imputarle por 23 delitos
SOCIEDAD

El joven, hijo mayor de la princesa Mette-Marit, está siendo investigado por presuntas violaciones, abusos y amenazas contra más de diez mujeres. La Fiscalía noruega decidirá este agosto si presenta cargos formales tras el cierre de una extensa investigación policial
06 ago 2025 . Actualizado a las 12:42 h.Marius Borg Høiby, primogénito de la princesa Mette-Marit de Noruega, ha reaparecido justo cuando su futuro legal se tambalea. A sus 28 años, el joven se enfrenta a una posible imputación por una larga lista de delitos graves, entre ellos tres agresiones sexuales, además de amenazas, vandalismo y abuso en relaciones cercanas. La policía noruega ha cerrado la investigación tras diez meses de pesquisas y ha trasladado el expediente a la Fiscalía, que decidirá este mes de agosto si se presenta una acusación formal contra él.
Apenas dos días antes de que se conociera este avance en el caso, Marius fue fotografiado en el aeropuerto de Gardermoen, en Oslo, regresando de unas vacaciones en Portugal. Lo acompañaban el príncipe heredero Haakon, su padrastro desde la infancia, y su hermanastro Sverre Magnus, de 19 años. El viaje no habría sido especialmente llamativo si no fuera por el momento judicial que atraviesa el joven, cuya imagen pública —al menos hasta ahora— ha estado más ligada al estilo de vida relajado de un royal sin obligaciones oficiales que a los tribunales.
Según ha informado la revista Se og Hor, los tres pasaron cinco días en Ribeira d'Ilhas, una conocida playa de surf cerca de Lisboa que Haakon y Marius ya han visitado en anteriores ocasiones. No estaban presentes ni la princesa Mette-Marit ni su hija, la princesa Ingrid Alexandra, quien se encontraba ya en Australia, donde iniciará estudios universitarios. Se desconoce el paradero de la madre de Marius.
Un caso con más de diez víctimas implicadas
La gravedad del proceso judicial contrasta con las imágenes soleadas de la escapada familiar. La policía ha detallado que Marius está bajo sospecha de 23 delitos, en un caso que afecta a más de una decena de víctimas, en su mayoría exparejas. Las acusaciones se remontan al verano del 2024, cuando fue detenido brevemente tras un presunto episodio de violencia y daños materiales en el domicilio de una exnovia.
Desde entonces, el caso se ha ido ampliando hasta abarcar delitos como violación, acoso sexual, amenazas, agresiones físicas, insultos a un agente y hasta cinco violaciones de órdenes de alejamiento, así como diversas infracciones de tráfico. La policía ha recalcado que la investigación ha sido «exhaustiva», incluyendo numerosos interrogatorios, análisis de material digital y varios registros domiciliarios, entre ellos el de su vivienda en Skaugum, ubicada en la misma finca que la residencia oficial de los príncipes herederos.
Desde su primera detención, Marius ha admitido algunos hechos menores —como violencia contra una mujer y amenazas a un hombre— y ha reconocido públicamente tener problemas con el alcohol, drogas y salud mental. Sin embargo, niega categóricamente las agresiones sexuales y otros de los delitos más graves que se le atribuyen.
El abogado de Borg, Petar Sekulic, ha declarado a la televisión pública NRK que su cliente ha cooperado con las autoridades y que «se toma este proceso muy en serio». La policía, por su parte, ha confirmado que el joven ha colaborado durante la investigación, aunque ha estado en libertad en todo momento, sin restricciones de movimiento. A día de hoy, se desconoce si aún conserva el pasaporte diplomático que, según confirmó el príncipe Haakon en una rueda de prensa el pasado otoño, poseía desde su infancia junto con un pasaporte regular.
Una posición incómoda para la familia real
El caso ha generado un notable interés mediático en Noruega, donde la familia real ha optado por mantener un perfil bajo. En un comunicado, la Casa Real se ha limitado a señalar que el caso sigue su curso «dentro de los cauces legales ordinarios» y que no tiene nada más que añadir. No obstante, tanto Haakon como Mette-Marit han hecho breves alusiones públicas a la situación: el heredero ha admitido la «gravedad» de las acusaciones, mientras que la princesa confesó que el año pasado fue «muy duro» para la familia y que recibieron «ayuda profesional» del sistema sanitario.
Marius, que no tiene funciones institucionales dentro de la Casa Real noruega, ha mantenido en los últimos años un perfil alejado de las obligaciones oficiales, aunque ha participado ocasionalmente en celebraciones privadas, como cumpleaños familiares o actos simbólicos.
La Fiscalía noruega tiene ahora la última palabra. Según el fiscal Sturla Henriksbo, se espera que la decisión sobre la presentación de cargos formales se conozca a mediados de agosto