Una graduada con 40 matrículas de honor, acosada por tatuarse el nombre de Pedro Sánchez: «Ahora está más normalizado exhibir cositas nazis o a favor de Franco»
SOCIEDAD

La murciana no cree que se lo vaya a borrar nunca porque considera que es más probable que la decepcione una pareja que el presidente del Gobierno, pero tiene una alternativa: «Me pondría encima a Óscar Puente»
21 ago 2025 . Actualizado a las 17:12 h.Cristina Bernabé ha sufrido una campaña de acoso en internet tras mostrar uno de sus tatuajes: el nombre de Pedro Sánchez rodeado por un corazón en llamas. Y, por si quedara alguna duda, ese nombre no es ninguna coincidencia. La marca en su pierna está dedicada al mismísimo presidente del Gobierno.
Su publicación no tardó en causar un gran revuelo en redes sociales. Los comentarios del post de la creadora de contenido murciana se llenaron enseguida de un aluvión de críticas e insultos, con sugerencias sobre la intención de Bernabé de ocupar un cargo en el PSOE o burlas sobre sus supuestas bajas capacidades mentales.
Pero no podían estar más equivocados. Como ella misma destacó tanto en sus redes como en varios programas de televisión que la entrevistaron tras la polémica, Cristina tiene un total de 40 matrículas de honor en la carrera de Educación Social y un máster. Además, ha acallado las suspicacias surgidas en redes por sus excelentes resultados académicos. «No me he comido ningún genital de nadie para conseguir cada una de mis matrículas de honor», ha espetado.
Bernabé ha minimizado su elección del tatuaje. «Se le está dando mucha importancia a uno que tengo entre los 50 que llevo en mi cuerpo», ha explicado, «llevo la Medusa de Caravaggio y no voy petrificando a la gente; llevo a Britney Spears tatuada y nadie ha dicho nada. Y, de hecho, llevo tatuado el corazón de Jesús y no soy acérrima creyente». Y, sin embargo, la única polémica ha sido con su tatuaje sobre Pedro Sánchez, que, por cierto, hizo antes de las elecciones del 23 de julio. «Estaba en auge la extrema derecha. Entre las dos candidaturas que había, decidí tatuármelo. Me pareció icónico, generacional, un guiño, divertido... pero no tiene mucho mas allá», indica, especificando que no está enamorada de él. Y que también podría tatuarse a Gabriel Rufián, a Irene Montero, a Óscar Matute o a Yolanda Díaz.
Lo que le parece curioso es que el nombre de un político del PSOE cause tanto revuelo, y lo achaca al auge del odio y del extremismo de ultraderecha que se está viviendo últimamente tanto en España como a nivel global. «Está mucho más normalizado hacer una canción del verano insultando al presidente, o exhibir cosas nazis o a favor de Franco, por ejemplo», ha indicado con lucidez, ahora mismo, «lo que es un verdadero acto de rebeldía es tatuarse a un presidente democrático».
Y, si se ha tatuado a Sánchez, y no el nombre de una pareja, por ejemplo, es porque tiene total confianza en él. «Es mucho más probable que me decepcione cualquier pareja que Pedro Sánchez», bromeó cuando los colaboradores de TardeAR le preguntaron qué haría si algún día se lo tiene que quitar. Pero, por si acaso, ya ha pensado una alternativa: «Me pondría encima a Óscar Puente».
A pesar de todo, achaca las críticas hacia ella no tanto por la vertiente política, sino, sobre todo, por el hecho de ser una «mujer guapa y lista». Asegura que la primera vez que recibió mensajes de odio fue cuando publicó sus notas. «Cuando una mujer presume de sus éxitos empieza el odio», lamenta, «me hipersexualizan constantemente y desprestigian mi carrera».
Para ella, lo importante ahora es romper con los discursos de odio que crecen en la actualidad. «Soy una apasionada de mi campo, lo social, una persona con mucha ambición por querer cambiar el mundo en pequeñas dosis, dentro de lo que pueda. Decía Pablo Freire que "la educación no cambia el mundo, sino que cambia a las personas que van a cambiar el mundo"», destaca Cristina Bernabé.