El chef Jordi Cruz, sobre la falta de compromiso en el trabajo: «Ahora, con mucha facilidad, la gente no se presenta por la noche a trabajar»
SOCIEDAD

El jurado de «MasterChef» y propietario del restaurante ABaC reflexionó en una entrevista sobre el cambio generacional en su oficio: «Venimos de ese mundo en el que la excelencia se encontraba en base al sacrificio absoluto»
20 sep 2025 . Actualizado a las 09:44 h.Jordi Cruz es hoy uno de los chefs más prestigiosos de España. El catalán empezó su trayectoria profesional con apenas 14 años. Hoy, con 47, ha recorrido un camino que lo ha llevado a ganar varias estrellas Michelin y a convertirse en un rostro popular de la televisión gracias a su papel como jurado en MasterChef. En el pódcast Se me antoja, el propietario de ABaC reflexionó sobre su trayectoria y sobre el momento que atraviesa la hostelería
Durante la entrevista, Cruz se expresó con total claridad sobre la transformación de su oficio: «Hay un cambio generacional. En cinco años ha variado la forma de pensar de nuestro oficio. Hemos pasado de ser espartanos, de meterle 14 horas, de verlo como algo bonito y sacrificado, a buscar un equilibrio, a hacer solo ocho horas, a entenderlo de una forma totalmente distinta».
Para Jordi Cruz, la hostelería ha dejado atrás un modelo de jornadas maratonianas y entrega absoluta para abrazar un enfoque «más equilibrado». Un cambio que, como reconoce el propio chef, ha puesto a prueba incluso a los más experimentados. «Venimos de ese mundo en el que la excelencia se encontraba en base al sacrificio absoluto. Pero también entiendo la otra parte: a mí también me gustaría conciliar un poco más», dice. Un cambio de paradigma que trata de aplicar, pero que todavía le cuesta: «Cuando echo diez días de vacaciones, me da ansiedad, mi cuerpo no está acostumbrado».
Cruz habló también sobre la dificultad de encontrar profesionales cualificados que quieran trabajar en la hostelería. «Antes valía con: "te pago bien". Ahora es: "No quiero cobrar tanto, quiero tener más tiempo libre"», dice el cocinero que vuelve a incidir sobre la misma idea: «¿Qué quieres? ¿Dinero? Dentro de la gestión, lo que yo pueda. ¿Tiempo? Ocho horas. Y luego me dicen: "Pero las quiero seguidas". Ya, y yo ser más alto y más guapo». El catalán advierte también sobre la falta de compromiso: «Ahora con mucha facilidad, uno no se presenta por la noche a trabajar».
El chef, propietario de un restaurante con tres estrellas Michelin, confesó que como «purista del oficio» le ha faltado margen de tiempo para adaptarse a esta nueva realidad laboral. «Cuando intentas hacerlo muy bien, que tu restaurante funcione y estás en la tele… Además, tengo varios locales, la presión de mi mujer, que me quiere ahí también… Lo ves todo muy raro y estás dando tumbos solo», explicó. La sensación de soledad, según reconoce, se intensifica cuando comprueba que el personal con el que trabaja ya no comparte la misma visión: «Intentas que todo funcione, pero algunos no te reman porque piensan diferente».
Pese a la imagen de exigencia que proyecta en MasterChef, Cruz admite que hay momentos difíciles. «Me he sentido solo en algún momento, también todo el rato. Sobre todo en los tiempos que corren, que son muy jorobados», señala. La combinación de exigencias profesionales, la exposición mediática y la vida familiar le deja pocas ocasiones para encontrar un respiro. «Algunos no tienen en cuenta los follones en los que estás metido. Pero es el juego: o juegas o te quedas en tu casita y no llores. A mí me gusta jugar», asegura.