«Lágrimas de felicidad y tristeza»: La reacción de la familia de Virginia Giuffre, tras la renuncia del príncipe Andrés

Efe LONDRES

SOCIEDAD

El príncipe Andrés junto a Virginia Giuffre en una imagen de archivo. Al fondo, Ghislaine Maxwell, la entonces pareja de Jeffrey Epstein
El príncipe Andrés junto a Virginia Giuffre en una imagen de archivo. Al fondo, Ghislaine Maxwell, la entonces pareja de Jeffrey Epstein

La mujer, una de las víctimas de Jeffrey Epstein que le denunció por abusos sexuales siendo menor, se quitó la vida el pasado mes de abril a los 41 años

18 oct 2025 . Actualizado a las 16:39 h.

El príncipe Andrés ha anunciado este viernes su renuncia a todos los títulos nobiliarios tras reunirse con su hermano, el rey Carlos III. Hace tiempo que el foco estaba puesto en esta figura polémica de la familia real británica, especialmente tras la denuncia recibida por Virginia Giuffre, una de las víctimas de Epstein (el difunto magnate estadounidense condenado por pedofilia) y que fue forzada a tener sexo con el príncipe Andrés cuando tenía solo 17 años. 

A pesar de que niega las acusaciones y sus vínculos con Jeffrey Epstein, ha decidido dar un paso atrás en la vida pública y el horror vivido por la en aquel entonces menor y que este abril se ha quitado la vida a los 41 años, saldrá a la luz la semana que viene con el libro Nobody's Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice, en el que Giuffre relata con todo tipo de detalles cómo fueron sus encuentros sexuales con el príncipe Andrés, que siempre negó las acusaciones y evitó el juicio por los hechos por los que se le acusa pagando un acuerdo millonario. 

En declaraciones a la BBC, el hermano de Giuffre, Sky Roberts, dijo que su hermana «estaría muy orgullosa» por la noticia y añadió sobre él y los allegados de Giuffre que «hoy hemos derramado muchas lágrimas de felicidad y tristeza». De esta manera, el príncipe Andrés no tendrá títulos nobiliarios, como el más conocido, el de duque de York. Así lo ha confirmado el palacio de Buckingham en un comunicado emitido este viernes. 

«He decidido, como siempre he hecho, anteponer mi deber con mi familia y mi país. Me mantengo firme en mi decisión de hace cinco años de dar un paso atrás en la vida pública. Con el acuerdo de Su Majestad, creemos que debo ir más allá. No utilizaré mi título ni los honores que se me han concedido. Como he dicho previamente, niego categóricamente las acusaciones contra mí», ha asegurado la Casa Real británica.

Según informa la cadena pública BBC, se ha confirmado que no pasará la Navidad con la Familia Real en Sandringham. Las mismas fuentes afirman que se espera que permanezca en su residencia de Windsor, la imponente mansión de 30 habitaciones de Royal Lodge, cuyo contrato de arrendamiento privado se extiende hasta 2078. Andrés seguirá siendo príncipe ya que ese es un título de nacimiento y su madre, Isabel II, era la reina. Esta condición no puede ser revocada sin una ley parlamentaria específica.

Por otro lado, también va a renunciar a la Orden de la Jarretera, que existe desde 1348 y de la que solo forman parte 24 personas. Así, su exmujer, Sarah Ferguson, también dejará de ser conocida como duquesa de York y pasará a presentarse únicamente con su nombre. Quienes sí conservarán sus títulos son sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia.

Este movimiento evita que la Corona tenga que iniciar un procedimiento para que el Parlamento respalde la retirada del ducado de York, ya que no es algo que el Rey pueda hacer de forma automática. De hecho, en el 2022 ya había dejado de utilizar el tratamiento de Su Alteza Real a raíz de la demanda civil de la joven, que se suicidó en abril de 2025. Esto último también fue decisión de la fallecida reina Isabel II, que en vida le retiró todos los títulos militares y patrocinios.

Igualmente, en noviembre del 2024, su hermano, el rey Carlos III, le retiró el servicio de seguridad y en diciembre no lo invitó a los actos navideños oficiales tras revelarse sus pasados vínculos con el empresario chino, Yang Tengbo, al que el Gobierno británico considera un espía.

Sombra alargada de Epstein

Sarah Ferguson junto al príncipe Andrés, en el funeral de la duquesa de Kent el pasado 16 de septiembre en Londres
Sarah Ferguson junto al príncipe Andrés, en el funeral de la duquesa de Kent el pasado 16 de septiembre en Londres Toby Melville | REUTERS

El libro Nobody's Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice contiene las memorias póstumas de Giuffre, donde relata con todo tipo de detalles cómo fueron sus encuentros sexuales con el príncipe Andrés, una figura de la familia Real Británica a la que el caso Epstein no ha dejado de hacer mella en su imagen pública.

La historia empezó en un piso alquilado en Hyde Park el 10 de marzo del 2001. Giuffre estaba allí junto a Ghislaine Maxwell, la novia y cómplice de Epstein en la trama, que la había captado cuando ella trabajaba en un club de Mar-a-Lago junto a su padre y en el que conoció al hoy presidente de Estados Unidos Donald Trump. La mujer fue reclutada para formar parte del grupo de esclavas sexuales del controvertido magnate aprovechándose de la necesidad que tenía por ganar un dinero extra y para entonces ya había sido ofrecida a otros hombres antes.

La decisión de este viernes deja algunos cabos sueltos que se aclararán más adelante.Técnicamente sus títulos se quedan «en suspenso» ya que no está claro a quién corresponden. Se desconoce si seguirá asistiendo a actos privados de la familia ni si conservará su residencia y propiedades vinculadas a la Corona.

Tan solo le queda el título de príncipe, por ser el tercer hijo de la reina Isabel II y del duque de Edimburgo, que posee desde que nació en Londres el 19 de febrero del 1960. Este miembro de la casa real británica realizó estudios universitarios, pero optó por la carrera militar al ingresar en la Armada (Royal Navy) en el 1979, donde se especializó como piloto.

En 1983 combatió en la guerra de Las Malvinas, como piloto de un helicóptero naval a bordo del «Invencible», y fue condecorado con la medalla de la Orden de la Reina Victoria por salvar la vida de varios marineros.

Tras más de veinte años de servicio, en el 2001 dejó la carrera militar, donde alcanzó el grado de teniente comandante. Su último destino fue en la Dirección de Operaciones Navales en el ministerio de Defensa de Londres. En el 2001, fue nombrado representante especial del departamento de Comercio Británico Internacional (BTI), organización gubernamental encargada de impulsar el comercio y la inversión británica en el extranjero.

Fue presidente de la Asociación de Fútbol Inglesa entre el 2000 y el 2006, cargo en el que fue sustituido por su sobrino el Príncipe Guillermo. En 1985 conoció a la aristócrata Sarah Ferguson y el 23 de julio del 1986 contrajo matrimonio en la Abadía de Westminster. Tras su matrimonio, fue nombrado duque de York y, en el 1987, tomó posesión de su escaño como miembro de la Cámara de los Lores. Ese mismo año, fue investido conde de Inverness, en teoría con carácter hereditario.

El 8 de agosto del 1988 nació su hija Beatriz y el 23 de marzo del 1990 la princesa Eugenia. El 19 de marzo del 1992, tras seis años de matrimonio y varios escándalos amorosos, la pareja anunció su separación y en el 1996 se oficializó su divorcio.

Una larga lista de escándalos

Además de el de Giuffre, la vinculación del príncipe Andrés con Epstein volvió a la palestra en el 2019, después de que el diario británico Daily Mail divulgara unas imágenes del 2010 en las que el príncipe aparecía en la mansión de Nueva York de Epstein despidiéndose de una joven que abandonaba la vivienda y que coincidió con el encarcelamiento del magnate y el posterior presunto suicidio en la celda en la que esperaba la celebración de su juicio. El escándalo provocó que el 20 de noviembre del 2019, el príncipe anunciara su retirada de la vida pública.

Virginia Giuffre, presentó en el 2021 una demanda civil en Nueva York contra él, al asegurar que abusó de ella cuando era menor. En enero del 2022, la situación dio un giro después de que la Justicia estadounidense desvelara un acuerdo confidencial firmado en el 2009, según el cual Epstein pagó 500.000 dólares a Giuffre para que retirara sus acusaciones, documento que los abogados del príncipe pensaron que serviría para recusar el caso contra él.

En febrero, sus abogados anunciaron un acuerdo extrajudicial con Giuffre para pagarle 14 millones de euros, que le facilitó su madre, según desveló el rotativo The Daily Telegraph, y finalmente la Corte de Nueva York que lo iba a juzgar archivó el caso. En abril del 2025, Giuffre apareció muerta en su domicilio de Australia donde residía desde hace años en un aparente suicidio, aunque un mes antes había publicado que había sido atropellada por un autobús y que le quedaban «cuatro días de vida».

Este octubre, el príncipe Andrés volvió a copar los titulares de los medios británicos, después de la publicación de un correo que había enviado a Epstein en el 2011 y en el que revelaba que había seguido en contacto con él más tiempo de lo que había dicho en una entrevista en prime time en BBC.

En el mensaje, el príncipe le decía al estadounidense que estaban «juntos en esto» y le prometía que seguirían en contacto y volverían a «jugar más» pronto, después de que éste se hubiera declarado culpable de solicitar sexo a una menor y al día siguiente de que salieran a la luz las primeras fotografías de Andrés con Giuffre.

En el libro póstumo de Giuffre se le acusa de comportarse «como si tener sexo conmigo fuera su derecho por nacimiento», según extractos publicados este jueves en The Guardian.