El príncipe Andrés de Inglaterra renuncia a todos sus títulos nobiliarios

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PA / Cordon Press

El rey Carlos III ha forzado a su hermano a renunciar a todas sus distinciones nobiliarias para intentar que los continuos escándalos que ha protagonizado no deterioren aun más la imagen de la corona

18 oct 2025 . Actualizado a las 16:14 h.

El príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III de Inglaterra, anunció este viernes que renunciará a todos sus títulos y honores reales para evitar que las acusaciones que pesan sobre él «distraigan» del trabajo de la familia real británica. La decisión, comunicada a través del Palacio de Buckingham, supone un nuevo paso atrás en la vida pública del tercer hijo de la fallecida Isabel II, marcado desde hace años por la polémica.

«Tras conversaciones con el rey y mi familia inmediata y más amplia, hemos concluido que las continuas acusaciones contra mí distraen del trabajo de Su Majestad y la Familia Real», señaló Andrés en una breve nota difundida a los medios. El príncipe añadió que, «con el consentimiento de Su Majestad», considera que debe «dar un paso más» y, por ello, dejará de utilizar tanto su título como los honores que le fueron conferidos.

De este modo, y según ha confirmado la BBC, tanto él como Sarah Ferguson han dejado de ser oficialmente duques de York.

Cuando habla de «acusaciones», Andrés alude a los numerosos escándalos que han rodeado su figura en los últimos años, especialmente por su amistad con el magnate estadounidense y pedófilo convicto Jeffrey Epstein. Esta semana, se publicaron las memorias póstumas de Virginia Giuffre, una de las víctimas de Epstein. En ellas, relata los encuentros sexuales que tuvo con el hijo de la difunta reina Isabel II en el 2001, cuando ella tenía 17 años y él 41. Más del doble. Un total de 15.000 dólares y un agradecimiento por hacérselo pasar bien al heredero fue la recompensa que Epstein le dio, en concreto, por esos servicios. 

El príncipe, de 65 años, insistió en que niega «rotundamente» todas las acusaciones y afirmó que su decisión responde al «deber» que siente hacia su familia y su país, en una línea similar a la que adoptó hace cinco años, cuando ya se retiró de la vida pública.

Entre los títulos a los que renuncia se encuentran el de duque de York y el de miembro de la Orden de la Jarretera, una de las distinciones más antiguas y prestigiosas del Reino Unido. Sin embargo, mantendrá el tratamiento de príncipe, que posee por nacimiento como hijo de Isabel II y del fallecido duque de Edimburgo. De este modo, a pesar de esta renuncia, Andrés seguirá siendo octavo en la línea de sucesión al trono de Inglaterra.

Su exesposa, Sarah Ferguson, dejará también de emplear el título de duquesa de York, mientras que sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, conservarán sus denominaciones reales, según publicaron varios medios británicos.

Años en la cuerda floja

El hermano de Carlos III decidió hace ya cinco años dar un paso a un lado y mantenerse alejado de la vida pública por su aparición en los papeles de Epstein, el magnate estadounidense arrestado en julio del 2019 por cargos de abuso sexual y tráfico de decenas de niñas a principios de los años 2000. Este millonario, quien llegó incluso a codearse en algún momento con personalidades como el príncipe Andrés de Inglaterra —el hijo de Isabel II—, Bill Clinton o Donald Trump, fue descubierto ahorcado en su celda.

La presión aumentó en los últimos días. Primero, con la publicación de un correo electrónico entre el Andrés de Inglaterra y Epstein, publicado por los tabloides británicos, que demostraba que el príncipe había seguido en contacto con el magnate tras haber sido condenado, algo que había negado. Además, en la misiva, en la que se mostraba preocupado por Epstein y aseguraba que estaban «juntos en esto»,  le decía: «Estamos en contacto, y volveremos a jugar muy pronto».

Solo unos días después llegó el aterrador testimonio de una de las víctimas, Virginia Giuffre, quien, en sus memorias póstumas se suicidó en abril—, señaló directamente al príncipe británico, con quien tuvo tres encuentros sexuales. «Creía que tener sexo conmigo era su derecho de nacimiento», aseguró la mujer, que tenía en aquel momento 17 años. «Mis hijas son apenas algo más pequeñas que tú», dijo el príncipe tras saber su edad.