En su decimocuarto intento de salir de prisión, el asesino del exintegrante de Los Beatles se disculpó por el daño provocado, pero el jurado no lo creyó y deberá esperar al 2027 para solicitar nuevamente la libertad condicional
24 oct 2025 . Actualizado a las 20:22 h.El 8 de diciembre de 1980, el mundo entero se paralizó ante la noticia de que John Lennon había sido asesinado. Lo ejecutaron con cinco disparos tras bajarse de una limusina acompañado de Yoko Ono en la puerta de su edificio frente a Central Park. El culpable, Mark David Chapman, se sentó a esperar a la policía mientras leía El guardián entre el centeno de J.D. Salinger.
Ahora, condenado a cadena perpetua, ha pedido por decimocuarta vez que se revise la posibilidad de libertad condicional, pero le fue negada. «Lo hice por mí y solo por mí, no pensé en nadie más y desafortunadamente mucho tenía que que ver su popularidad», dijo el autor del crimen desde el Centro Correccional Green Heaven en el condado de Dutchess. Las declaraciones que dio a finales de agosto Chapman frente a un jurado fueron recabadas por el medio The New York Post y publicadas estos últimos días.
Al ser interrogado se le preguntó cuál había sido el motivo que lo llevó a cometer el crimen. El hombre que hoy en día tiene 70 años reconoció que se encontraba en un mal momento y, en ese entonces, consideró que esa sería una forma de «ser famoso», «ser algo que no era». Fue cuando se dio cuenta que para cumplir su objetivo no tenía que morir él, sino que «alguien más debía hacerlo». «Había caído tan bajo», aseguró Chapman.
En audiencias anteriores, el estadounidense aseguró: «Había maldad en mi corazón. No voy a culpar a nadie más. Sabía lo que hacía y sabía que era malvado, pero mi deseo de la fama era aún mayor, estuve dispuesto a todo y a quitarle la vida a un individuo». Tanto frente a esa declaración como a las actuales, la junta de Nueva York sigue negándole la libertad condicional y deberá aguardar a febrero de 2027 para solicitarlo nuevamente. En este último intento, la junta justificó que sus disculpas «carecían de arrepentimiento genuino y de empatía» por las víctimas.
La junta reconoció ya en numerosas ocasiones que Chapman tiene un historial penitenciario «limpio» desde 1994, pero también que actuó con premeditación y en busca de «celebridad». Pero además, también argumentan las autoridades carcelarias que la liberación del asesino del exmiembro de los Beatles supondría un problema de seguridad pública, ya que alguien podría atacar a Chapman «por rabia o como venganza».
Por otra parte, la viuda de Lennon, Yoko Ono, escribe cada dos años a la junta que debe decidir sobre su puesta en libertad para pedir que permanezca en prisión.