El consello regulador enmarca este descenso en la crisis del coronavirus
Los ganaderos de Ternera Gallega no consiguen que el precio que perciben por los animales que crían repunte. Según los datos de la mesa de precios de la Indicación Xeográfica Protexida, estos productores están recibiendo 30 céntimos menos por kilo de carne que hace un año. Un descenso que supone entre un 6 y un 7 % menos. El presidente del consello regulador, Jesús González, atribuye este descenso a la crisis del coronavirus. «¿Alguén considera que a sociedade está recuperada desta crise? Pois non creo que nós teñamos que ser diferentes ao resto da sociedade», argumenta. Reconoce que en un sector como el agroalimentario, donde los precios están ajustados, este descenso está «xerando tensión entre os gandeiros».
«Dentro do que cabe imos aguantando, porque a situación non está para tirar cohetes», explica González. El presidente de la IXP argumenta que el mejor indicador de en qué punto se encuentran las cotizaciones ganaderas es la mesa de precios, que se utilizó siempre como referencia y está formada por portavoces de todos los sectores. Y, según los datos de esta, los animales se están pagando a una media de treinta céntimos menos por kilo. Haciendo una comparativa con las cotizaciones registradas en las mismas fechas del pasado año, la diferencia varía entre los 18 y los 34 céntimos dependiendo de la categoría en el caso de Suprema, aunque en la mayoría de los casos rondan los 30 céntimos. La situación se repite en las cotizaciones de Ternera Gallega, donde los ganaderos están cobrando entre 22 y 35 céntimos menos por kilo de carne.
No es una situación normal
«Entre 25 e 30 céntimos menos de media están recibindo os gandeiros, pero é que non estamos nunha situación normal», explica el presidente. Cuando el confinamiento obligó a cerrar la hostelería, los precios de este sector llegaron a caer hasta cincuenta céntimos por kilo, «é certo que houbo unha recuperación entre xullo e agosto, pero xa se empezou a ralentizar a finais de ese último mes e, en setembro, freouse», asegura. Pero sostiene que los problemas no son, en esta ocasión, exclusivos de los ganaderos gallegos. Recuerda que el turismo no ha sido este año el que se esperaba y que esa disminución ha perjudicado también al sector hostelero y, por ende, al sector productor, que ve como sus precios bajan. En su opinión, la situación todavía puede empeorar, «porque hai que ver como vai afectar todo isto á economía das familias».
González argumenta que «o sector agroalimentario está máis axustado de prezo e unha variación de máis do 5 % xa xera tensións nos gandeiros». Es consciente de que esos 20 o 30 céntimos, «doen moito, pero os gandeiros teñen que ser conscientes de que seguen a ter ingresos. Hai moitos negocios pechados». Asegura que ahora es el momento «de perder o menos posible para que cando a situación se normaliza sexamos quen de volver a número positivos», concluye el presidente de la IXP.