Valle-Inclán escandaliza a Escocia

M. ALLENDE Corresponsal LONDRES.

TELEVISIÓN

La obra «Comedias bárbaras» fue calificada como la más impactante en la historia del Festival de Edimburgo Casi un siglo después, Ramón del Valle-Inclán logró con sus «Comedias bárbaras» uno de sus propósitos: escandalizar al público. No sería en Galicia, ni en España. Ha sido en Edimburgo y el revuelo ha sido de tal magnitud que hasta el rotativo «The Times» le ofrecía casi la mitad de su tercera página y otra mitad en su suplemento de cultura de su edición de ayer. El prestigioso diario llegaba incluso a preguntarse si con esta representación se habrá puesto en peligro la continuidad del célebre festival escocés.

16 ago 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Barbaric comedies, con adaptación del escritor irlandés Frank McGuinness y dirigida por Calixto Bieito, ofrece, según The Times, «una descripción tan gráfica de violaciones, copulaciones e incluso una escena de monjes masturbándose, que docenas de espectadores del teatro lo abandonaron si que finalizara la obra durante la presentación que abría el festival el lunes por la noche». Muchos abandonaron el teatro en la primera parte, pero la mayoría durante el intervalo. De las 1.300 localidades sólo la mitad estaban ocupadas al levantarse el telón y cuando finalizó la obra sólo quedaba un cuarto del público. El crítico de The Scotsman, Joyce McMillan, indicaba que «nunca he visto una obra que contenga unas escenas de violación tan prolongadas y con tanto detalle», y el de The Times,, Benedict Nightingale, titulaba su crónica En el peor gusto posible, calificando la obra de «la más impactante en toda la historia del festival». Entre otras cosas, Nightingale presenta a los lectores a un Valle-Inclán excéntrico, «que se acercó a lo oculto, alguien que si no hubiera fallecido antes de la Guerra Civil habría tenido el mismo destino que Lorca», y agregaba que si el público hubiera conocido a Valle antes de ver su obra, «no se habría sorprendido». El crítico también indica que, a medida que se sucedía la representación, «comenzamos a creer que la vida rural en Galicia era demasiado tórrida como para ser creíble». Tras indicar que, sin embargo, la actuación es excelente, el crítico del The Times se pregunta si el teatro podrá llenar o al menos vender medio aforo de esta representación durante las próximas dos semanas. El propio Bieito había indicado: «El teatro no debe de ser tímido, ni cómodo. Me gustan los actores que arriesgan y cambian cada día». El director del Festival de Edimburgo, Brian McMaster, salía en defensa de la representación de Barbaric comedies indicando que «el teatro debería de regocijar, impresionar y entristecer», y agregó que lo que se mostraba sobre el escenario no era más de lo que el público contempla constantemente en los cines. «Hay una violación o dos representaciones, pero es parte del texto, nadie lo ha hecho para que cause conmoción y no creo que degrade a nadie. Es una pieza de teatro... tiene que ser horripilante».