Gómez Pereira vuelve a la comedia de enredo con la historia de tres tenores de risa
TELEVISIÓN

«Desafinado» está dispuesta a seguir la estela taquillera de películas españolas como «Torrente 2» y «Los otros» El ritmo de estrenos continúa vertiginoso, confimando que la vida media de una película en cartel está en quince días. Lo que pase de ahí, o es un exitazo o es un milagro. Esta vez domina el cine español (aunque de reparto norteamericano) con la comedia «Desafinado» y sus nueve copias, seguida de las ocho del thriller «Tiempo límite», en una semana de claro dominio de las películas con sello «made in Hollywood». Pero «Desafinado», y su historia cómica de tres tenores, aspira a seguir la estela taquillera que han marcado para el cine español películas como «Torrente 2», de Segura, y «Los otros», de Amenábar.
15 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.Diez años después de actuar conjuntamente en varios macroconciertos y de haberse separado por diferencias personales muy serias, tres famosos tenores se reencuentran en un lujoso palacio para la boda de uno de ellos con la hija de un compañero. Como es natural, saldrán a relucir todos los trapos sucios de aquella relación profesional. Gómez Pereira vuelve a su querida comedia después de habersela pegado en taquilla con el drama Entre las piernas. Lo hace con un rodaje en inglés, cabecera de reparto norteamericana, 1.800 millones de presupuesto y mayoría de rodaje en Rambouillet, a 60 kilómetros de París, filmándose tambien en Madrid, con escenas de la ópera tomadas en Londres y Nueva York. Trío artístico Aunque el guión de este mayúsculo enredo (que una vez más se adscribe al modelo clásico que tanto gusta a Pereira), por fuerza remite al trío artístico Domingo, Pavarotti y Carreras, los guionistas confiesan que no hay tal cosa. Uno de ellos, Joaquín Oristrell, afirma que la trama «transita por todas las variedades de la comedia: desde la alta comedia de diálogos y réplicas mordaces (a lo Historias de Filadelfia) hasta el slapstick más salvaje, siguiendo los magníficos ejemplos de Blake Edwards en La pantera rosa o de Billy Wilder en Uno, dos, tres». Es también un musical en el que suenan fragmentos de óperas tan conocidas del público como Carmen, La Traviata o Las bodas de Figaro.