La sombra del 11-S extremó las medidas de seguridad en la ceremonia de los Oscar

REDACCIÓN A CORUÑA

TELEVISIÓN

LA GRAN FIESTA DEL CINE Un equipo antiterrorista vigiló el Kodak Theatre y se cerró el espacio aéreo de Los Angeles durante todo el día Las habituales medidas de seguridad de una ceremonia como la de la entrega de los Oscar se han visto extremadas este año. La larga sombra de los ataques del 11 de septiembre produce inquietud en numerosos sectores de la vida en Estados Unidos, y el cine no es una excepción. Policía y equipos antiterroristas tenían la misión de velar por las estrellas que se dan cita en la gala. Dos premios diametralmente opuestos calentaron el ambiente antes de los Oscar: los Espíritu Independiente, que distinguieron a Sissy Spacek y «Amelie», y los «Razzies», los galardones que se otorgan a los peores del cine del año; son los anti Oscar.

24 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Una reunión de celebridades como la de los Oscar, cuya celebración estaba prevista que empezase a las 2.00 horas de esta madrugada, suele caracterizarse por las altas medidas de seguridad que rodean la ceremonia. En la edición de este año, la número 74, todas las medidas parecen pocas. Eso es lo que piensan en Hollywood, ya que los ataques del pasado 11 de septiembre han provocado una oleada de miedo que se hace palpable en galas como la de los Oscar. La posibilidad de que el Kodak Theatre de Los Angeles, la sede que se estrena este año, pudiera figurar entre los posibles objetivos terroristas, ha disparado el celo de las autoridades norteamericanas. Perros y detectores La policía comenzó a inspeccionar el centro comercial donde se encuentra el teatro -cerrado a la clientela- con perros y detectores. No sólo el acceso al Kodak Theatre se ha visto restringido por completo. Varias de las principales calles de Hollywood están cortadas. También estaba previsto ayer que se cerrase el espacio aéreo sobre la ciudad. Las medidas de seguridad afectan también al público que se congrega en las puertas del recinto para ver de cerca la llegada de las estrellas. Las 500 personas que quisieron ver este espectáculo fueron elegidas entre más de 5.000, y de todas figuran sus detalles en ficheros para tenerlas controladas en todo momento. En el interior, se situaron detectores de metales y agentes desplegados en lugares estratégicos. Un equipo antiterrorista tenía la misión de vigilar cada minuto del desarrollo de la ceremonia. Las medidas de seguridad están justificadas además porque Hollywood y sus rutilantes estrellas pueden ayudar a todo el país a superar el impacto que ha supuesto para Estados Unidos el 11 de septiembre.