RETRATO DE FAMILIA

La Voz

TELEVISIÓN

CÉSAR WONENBURGER CRÍTICA DE CINE/«LOS TENENBAUMS»

21 abr 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Dice Alvaro Mutis que ya casi no va al cine porque las películas de ahora le parecen «una especie de made TV, es decir, fabricadas para la tele», y que «la mayoría de las veces las adaptaciones de textos literarios son ilustración baldía». No le falta razón. Aunque a veces todavía quede lugar para la esperanza. Los Tenenbaums ni es un típico producto televisivo, ni un Salinger (la principal referencia literaria del director). Tampoco puede decirse que sea una película redonda, pero de ahí a compararla con la basura que nos llega de EE UU promocionada como la octava maravilla, hay un trecho. Si algo falla en este interesante, a ratos, retrato coral de una familia que se desmorona, y que de refilón tiene algo de viscontiano (no es sólo la familia lo que está en crisis, sino toda una forma de vida), es un mayor calado en la elaboración de unos personajes que funcionan como meros esbozos, arquetipos -simples caricaturas-, pero tienen escasa consistencia por sí mismos. El director y guionista -en este caso coinciden- se preocupa demasiado por intentar que su película no se deslice definitivamente por la pendiente del drama, y en ese difícil, sutilísimo equilibrio de hacer también comedia -algo que sólo lograron los más grandes, de Mozart a Billy Wilder- el conjunto pierde fuerza: sobran gags, ese deseo de mostrarse en todo momento ingenioso. En cualquier caso, Anderson, que se inspira abiertamente en el cómic, y busca también referencias en otra familia cinéfila, aquellos Magnificent Ambersons de Orson Welles, demuestra poseer vocación de estilo, buen pulso de narrador y dirige excelentemente a sus actores. En el futuro puede dar agradables sorpresas.