«En la televisión española se respeta poco al espectador»

J. Luis Álvarez MADRID

TELEVISIÓN

El presentador de «El show de Flo» opina que hay muy pocos directores de cadenas que traten al público como un colectivo formado por personas inteligentes

06 abr 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Florentino Fernández se ha convertido en un fenómeno televisivo en tan sólo seis años. Polifacético y simpático, el protagonista de El show de Flo considera que en este medio «se respeta poco al espectador», por lo que él trata de hacer cosas para que la gente «disfrute» y olvide la dura realidad de la vida, en especial, la guerra en Irak. -¿Considera que «El show de Flo» está consolidado? -Ha despegado. Es cierto que comenzamos con un descoloque de contenidos y horarios. Eso se solucionó cuando TVE nos dio una hora fija los miércoles y nosotros hemos afinado el contenido del programa, que era un poco loco y la gente se perdía. -¿El baile de horarios de emisión los miércoles les perjudica? -Afecta bastante a la audiencia. Es un tema que no puedo solucionar, porque es la cadena la que decide hacer esos cambios. -¿Ha perdido el miedo escénico que tenía al principio? -Lo sigo teniendo y espero que no se me pase nunca, porque también me favorece. -Parece, incluso, que se lo pasa bien. -La verdad es que sí. Estamos ensayando y nosotros mismos nos estamos riendo. Quiero divertirme con el programa y pasármelo bien, lo que pasa es que tengo que estar pendiente de muchas cosas y quizás me despiste un poco. -¿Le gusta competir con «Siete vidas» (Telecinco), serie en la que trabajó? -Sí. Les echo de menos. Me alegro que sea Siete vidas la que nos gane, porque es que si no, no podría llevarlo. No me gustaría que nos ganara Keane Reeves o Nicolas Cage. -¿Cómo ve el mundo de la televisión en España? -Lo veo jodido, porque obviamente no deja de ser un negocio, pero es que ya es un negocio muy exagerado. Se respeta poco al espectador. Creo que hay muy pocos directores de cadena que sepan que el espectador no es gilipollas. El espectador sabes lo que le das, cómo se lo das y por qué. Entonces él elige o rechaza los productos. Creo que lejos de ser una industria es un mercado de tres o cuatro en el que no se respeta y no hay una excelente profesionalidad. -¿Cómo llegó usted a la pequeña pantalla? -Lo último que hice fue ser vigilante de seguridad. Creo que el primero que me descubrió fue mi compañero, que dijo que llamara al programa de Pepe Navarro, porque «hay un número de teléfono y tú vales para esto». Cogí, llamé y me citaron para hacerme una prueba. Me contrataron en septiembre de 1996 y aquí estoy, seis años después. -¿Cuál ha sido su personaje preferido en estos años? -Quizás Krispín Klander, porque es muy modosito, yo creo que tengo algún punto gay por ahí escondido y que algún día lo sacaré. -¿Es usted un humorista o un «showman»? -Pues un showman por eso de tocar todos los palos, doblaje, de teatro, de hacer un poco de cine. Lo mío son más parodias.