
El escritor considera que hay que combatir el exceso de tópicos sobre Hispanoamérica Echenique considera que «siempre hemos intentado emular cosas que no podíamos ser».
17 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Latinoamérica es una herida que no se cierra, que es culpa de todos y de nadie. Alfredo Bryce Echenique explica Latinoamérica con una mitad de melancolía y otra mitad de ironía, una mezcla en la que han descubierto un cierto punto de vista femenino. Bryce cerró con Rosa Regàs el ciclo Un mar de literatura , que se despidió ayer en el Museo do Mar de Vigo con mar de fondo de los pactos rotos. Echenique cree que ser latinoamericano es lo mismo que tener que pagar algunos peajes relacionados con Europa: «Siempre hemos querido ser europeos y no lo somos: el código civil es francés, el sistema político es anglosajón; siempre hemos querido ser franceses o ingleses o españoles, en función de cada época, y nunca lo hemos conseguido». La excepción La excepción a esta circunstancia emulatoria es, según Bryce, «la literatura, que es en donde nos hemos expresado con nuestra propia voz». Para el autor de Un mundo para Julius, «puedes leer la obra de Lugones, Arlt, Asturias o cualquiera de los grandes fundadores de la literatura hispanoamericana y se aprecia perfectamente que no quiere ser ni francesa ni europea, quiere ser de América Latina. Esa identidad no la tenemos en ningún otro campo». Uno de los objetivos de su intervención, según aseguró el escritor peruano, es acabar con los tópicos sobre Latinoamérica, «tópicos sobre la altitud de Lima o el calor del Perú, ideas preconcebidas que no tienen nada que ver con la realidad». Bryce asegura que hay un momento en la vida de los latinoamericanos en la que «queremos ser europeos en Europa y no nos hacen caso, queremos ser más educados o más inteligentes y, en muchos casos, esa intención y nuestra actitud acaba por ser patética, triste».