La actriz australiana estrena hoy en España la segunda entrega del filme de terror «La señal», cuya primera parte ha seducido a millones de espectadores en todo el mundo
31 mar 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Han pasado nueve años desde que Naomi Watts llegó a EE.UU. dispuesta a conquistar Hollywood. Tenía detrás una incipiente carrera y la estrecha amistad con Nicole Kidman y estuvo a punto de lograrlo nada más pisar tierra americana con Tank Girl , pero la cinta se estrelló en taquilla y tuvo que esperar hasta que David Lynch se fijó en ella para protagonizar Muholland Drive. Hoy, la actriz australiana estrena en España la secuela de La señal, una película de terror que ha seducido a millones de seguidores del género en todo el mundo. Mientras, rueda en Nueva Zelanda la nueva versión de King Kong, de Peter Jackson. -Sí. Siempre es difícil juzgar una película que interpreto porque no puedo separar el hecho de que yo estoy en la pantalla, pero cuando es un filme de terror es fácil adivinar la respuesta del espectador simplemente mirando alrededor. Cuando ví La señal 2, tenía a mi lado a un hombre mayor que no se dio cuenta quién era yo y que se pasó todo el tiempo con la cara tapada. -¿Es usted seguidora del género? -No. No soy de los que buscan en el periódico cuál es el próximo filme de terror, pero me gustan mucho las películas de suspense psicológico. Tengo que confesar que hay un título que me fascinó, El resplandor. -¿Por qué aceptó «La señal 1 y 2»? -La segunda entrega es una consecuencia del éxito que tuvo la primera parte. Por contrato, los actores tenemos que comprometernos a una secuela si la primera triunfa. Yo encantada, porque es un gran personaje, una mujer fascinante que vive una aventura increíble. La señal 2 mantiene el nivel de la primera, de lo contrario no hubiera tenido sentido. Me gusta la complejidad de la historia, del personaje, cómo en su búsqueda por descubrir lo que hay detrás de la cinta maldita se convierte en mejor madre y mejor persona. -¿Sucedió algo extraño durante el rodaje? -No, sólo que tuvimos que trabajar muy duro y a horas intempestivas. Pero no sucedió nada paranormal, no pasamos ningún miedo. -¿Resultó complicado estar asustada todo el filme? -No. Simplemente me imagino la situación. Como todos, he sentido miedo, que es una emoción muy buena para interpretar. Me encanta poner un granito de arena para manipular las emociones de otros, todos podemos engañar a nuestras mentes. Es divertido engañar a la mente y llevarla a sentimientos que realmente no estás viviendo, por eso tienen tanto éxito las películas de terror.