«No he hecho ''King Kong'' para ser una superestrella»

Angélica Martínez LOS ÁNGELES

TELEVISIÓN

La protagonista de la nueva película de Peter Jackson cree que su papel puede convertirla en un símbolo erótico, como le sucedió a las anteriores protagonistas

13 dic 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Diez años ha tardado la australiana Naomi Watts en poner a Hollywood a sus pies. Pero hoy, a sus 37 años y después de despuntar en Mulholland Drive , confirmarse en 21 gramos y llegar al gran público con las dos entregas de La señal , ha enamorado al rey de los monos por obra y gracia del oscarizado Peter Jackson y es la rubia de moda en la meca del cine. -Son zapatos de baile. Mi personaje está acostumbrado a bailar con esos zapatos y puede escalar porque es una atleta. Decidieron que saliera así para alimentar la fantasía cinematográfica, aunque a veces tienes que poner límites a este tipo de trucos del celuloide, como cuando la chica se pierde en la jungla y sólo lleva ropa interior y luego aparece en una secuencia rasgándose el vestido. Para King Kong necesitaba calzado. Peter Jackson insistió en que corriera sin zapatos por la selva porque le encantaba esa imagen de la mujer descalza sobre un terreno duro corriendo con sus pequeños pies desnudos, pero me resultaba muy difícil. Los pies me dolían tanto que le dije que no podía seguir haciéndolo y, por supuesto, me aseguré de llevar zapatos para cuando escalara el edifico de Nueva York. -Imagino que más de una vez pensó que ya no podía gritar más. -Perdí la voz en la segunda parte de la producción, cuando se incluye el sonido. Reconozco que hubo momentos en los que sentí que no podía continuar, pero no era por los muchos gritos que tenía que dar. -Un paso hacia un terreno distinto. No había hecho una película de este estilo. Más que un estreno, es un fenómeno mundial y estoy muy orgullosa de formar parte de esta historia. Desde luego no escogí este proyecto para hacerme más famosa o ser una estrella, sino porque quería participar de esta nueva versión de Kong. -Es la película más esperada del año. Todos los ojos están puestos en King Kong. -Cierto, pero no he hecho King Kong para ser una superestrella. No voy a negar que hacer un filme de estas características, de este tamaño, cambia la imagen de una actriz, te coloca a un nivel diferente. La señal también fue una gran oportunidad para mí, mientras que King Kong me puede convertir en un símbolo erótico, como pasó con Jessica Lange y Fay Wray. -¿Qué aporta la película de Jackson? -Se ha mantenido el período original, los años treinta, pero se hace el retrato de una mujer más dinámica y moderna. El filme rinde homenaje a esa época, pero teniendo en cuenta el interés de la actualidad, por eso mi personaje no es el de una damisela en peligro en el Nueva York de la Gran Depresión.