El Festival Mozart ofrece hoy la visión de Calixto Bieito de «La carrera del libertino»

César Wonenburger A CORUÑA

TELEVISIÓN

EDUARDO

07 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

En 1947 Igor Stravinski asistió, en Chicago, a una exposición de las pinturas de William Hogarth. El compositor quedó deslumbrado con lo que vio, una serie de cuadros, concluidos en 1735, a través de los cuales Hogarth ilustra el ascenso y caída de Tom Rakewell, un joven que tras recibir la herencia de su padre decide abandonar a su prometida y gastarse la inesperada fortuna en burdeles y casas de juego hasta acabar en un manicomio. La fábula moral de Hogarth inspiró a Stravinski La carrera del libertino , una de las escasas óperas de la segunda mitad del siglo XX que ha logrado acceder con cierta regularidad a las programaciones de los teatros. Ahora le ha tocado el turno a A Coruña, con las dos funciones previstas (hoy y el próximo sábado) de este título en el Festival Mozart. La principal novedad, en esta ocasión, la aporta la presencia del director de escena Calixto Bieito, una apuesta personal de Cristina Vázquez, que a partir de ahora será la directora del certamen. La mujer de Alberto Zedda sucede en este puesto a Antonio Moral, tras haberse encargado anteriormente del apartado de producción. Bieito, responsable de algunos de los más sonados escándalos recientes en la historia de la ópera, traslada la acción de la obra, que originalmente transcurre en la Inglaterra del siglo XVIII, al presente. El jardín de la familia Truelove, el burdel de la Madre Goose, la casa de Tom en Londres o el cementerio desaparecen para convertirse en una única escenografía, un moderno parque infantil con su tobogán y demás elementos lúdicos en material hinchable. Stravinski contó con el poeta británico W. H. Auden para la elaboración del libreto de su obra. Auden creó a un protagonista, su Tom Rakewell, a medio camino entre el don Giovanni de Mozart y el Fausto de Goethe: un personaje ambiguo del que se conoce su breve peripecia vital, pero muy poco sobre sus auténticas intenciones. La obra se estrenó en La Fenice, en Venecia, en 1951, con un reparto encabezado por una de las grandes sopranos del siglo pasado, Elisabeth Schwartzkopf. En las representaciones coruñesas, José Ramón Encinar será el director musical, al frente de la Sinfónica y del Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana.