Una serie para mayor gloria de Ana Obregón

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN

TELEVISIÓN

21 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Ni los decorados de alta comedia, ni el buen ritmo de las secuencias, ni la calidad del resto del reparto consiguieron que el rutilante estreno de Ellas y el sexo débil fuese medianamente pasable. La nueva producción de Ana García Obregón no prometía grandes sorpresas al televidente avezado. Después de los sustos de House, Perdidos, Mujeres desesperadas , el nuevo Prisión Break o los más lejanos El ala oeste de la Casa Blanca o A dos metros bajo tierra, ver la tele patria no endereza en el sofá a ningún español amante de este electrodoméstico. Sin embargo, entre quedarse pasmado ante una propuesta original y sentir vergüenza ajena hay un trecho. Comenzó la serie cuando Carla, la prota , teñida de morena (las rubias, ya se sabe...), estaba escribiendo en su pequeño diario, actividad que no deja a pesar de que tiene que tomar posesión de su cargo como ¡presidenta del Gobierno! La imagen completamente absurda -¿los españoles nos merecemos un presidente así?- sirvió de aperitivo para lo que vendría después: Carla chupiguay con sus hijas, con unos gestos tan forzados que convierten a Leticia Sabater en Loles León; Carla levantándose de la cama con un camisón que podía haber lucido Miss Puerto Rico en su pase de modelos de fiesta en la gala de Miss Universo; Carla con tres amigas pijas elegidas para que ella pareciese más fina, más lista y, sobre todo, más joven; Carla con una secretaria eficaz y fea; y, en definitiva, Carla en poses, gestos y movimientos que evocaban a una caricatura sobreactuada de la Obregón en Homo Zapping . ¡Si hasta actuó mejor Óscar Higares! Pero la serie tiene cosas buenas quitando el tono chillón de la actriz principal. Está una desconocida Isabel Gaudí, compañera de barra americana en Ana y los siete y ahora infeliz secretaria (absolutamente obvia pero no por ello mal interpretada). Y Teté Delgado, que aunque fue elegida por sus kilos, hace un papel con muchas posibilidades en cuanto a matices. La calidad técnica de Juan Molina, en su haber La niña de tus ojos o El otro lado de la cama , es destacable y la música -de Manuel Villalta e interpretada por Rosario Flores- resulta moderna y con nivel. Poca audiencia Repasando los diferentes aspectos de la serie, si se quita a la actriz principal y el planteamiento de los personajes e historia, sí es realmente el producto que se pensaba en Antena 3: alta comedia bien realizada, con medios suficientes y ritmo actual. Sin embargo, con Ana García Obregón de por medio ha quedado en lo que ha quedado. Por suerte, el estreno ha sido muy regular, sobre un 16% de share y unos 2,6 millones de espectadores, y tal vez Antena 3 pase página antes de Navidad. Sería perfecto que en su lugar se emitiese, con permiso de La Sexta, Señora presidenta , en la que una mujer de cociente intelectual de superdotada (Geena Davis en la vida real) gobierna un país sin dar dentera.