CRÍTICA DE ARTE
17 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.El proceso de industrialización que se da en Europa en la segunda mitad del siglo XIX provoca la aparición de la sociedad de masas como consecuencia del desplazamiento de grandes grupos de población desde el campo a las grandes urbes. De cómo los pintores e ilustradores españoles vieron (y difundieron) la vida, y en particular el ocio, de las ciudades trata esta excelente exposición preparada por Francisco Javier Pérez Rojas y organizada por el museo de Bellas Artes de A Coruña en colaboración con la consellería de Cultura. Las 107 obras que la componen están estructuradas en seis apartados en los que se repasa el tratamiento que algunos de los más importantes pintores españoles (Juan Gris, Barradas, Sunyer, Sorolla, H. Viñes, Bores, Cossío, Maruja Mallo, Souto, Anglada Camarasa, Sotomayor...) dieron de la «ciudad alegre y confiada» en los dorados tiempos de La belle epoque y Los felices años veinte: la vida nocturna y en especial los bailes de carnaval, el cinematógrafo, la motorización de la clase burguesa, los espectáculos deportivos, las verbenas, el circo y el cabaret. Especial importancia en la difusión de la modernidad de las ciudades y sus habitantes tuvieron la revistería, sobre todo Blanco y Negro , y el cartelismo, a los que esta muestra presta justa atención: originales (acuarelas y gouaches) de Almada Negreiros, Federico Ribas, Penagos, Máximo Ramos, Baldrich, Sainz de Tejada o Mesberger; y carteles de Renau, Serny, Rafael Barros, Lasheras y Amat constituyen un valioso testimonio artístico, parcial pero muy significativo, de la pintura, el dibujo y el grafismo de la «edad de plata» de nuestra cultura. A CIDADE PRACENTEIRA.