Un corto de animación gallego da vida a un relato de Saramago

TELEVISIÓN

CÉSAR TOIMIL

El Nobel se muestra encantado de la adaptación del cuento infantil Ferrol estrenó «A flor máis grande do mundo», del compostelano Juan Pablo Etcheverry

20 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

El género chico del mundo del cine -no por extensión menos importante-, el cortometraje, se puso ayer de tiros largos en Ferrol. La ocasión lo requería: se estrenaba A flor máis grande do mundo , primera adaptación en género animado de un corto de José Saramago. Fue con el Nobel portugués como invitado de excepción en el teatro Jofre. «Estoy encantado, es una obra con mucho arte, con mucha sabiduría, con mucha inspiración», dijo al comenzar el acto. «Viendo este corto hemos disfrutado, se nos han caído las lágrimas», explicaba su compañera y traductora, Pilar del Río. es la adaptación de un cuento que, relató Saramago, ideó y escribió hace más de treinta años y que, por azares, llegó a su editor (en España lo publicó en el año 2001 Alfaguara), y luego a Emilio Aragón, quien pone la música; y, finalmente, a Chelo Loureiro y Pancho Casal, de la productora Continental, que con tino dejaron la historia en manos de Juan Pablo Etcheverry. El compostelano es, junto al ilustrador Diego Mallo, el responsable de esas lágrimas de las que hablaba Pilar del Río. Siete meses de trabajo en un piso de Ferrol llevó ese obra artesanal, en plastilina, material de siempre para una obra del siglo XXI. El cortometraje, de unos diez minutos y en cuya elaboración han colaborado la Xunta y el Concello de Ferrol, tiene como narrador al propio Saramago, y así aparece, ataviado como una suerte de horticultor. «Quedaré para siempre condenado a verme no sólo en plastilina, sino también con sombrero», bromeaba. Recrea la historia de un niño que da agua a una flor en mitad de un secarral que se convertirá en chalés. Es una historia de utopías, de imposibles también, y de muchas preguntas para los adultos, aunque sea un cuento para niños con moraleja.