Michael Moore se mantiene en su línea de denuncia en «Sicko» El español protagoniza «No Country For Old Men», el nuevo filme de los hermanos Coen
19 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.El Festival de Cannes ha tomado ya velocidad de crucero con dos brillantes películas, No Country For Old Men, dirigida por los hermanos Coen y con Javier Bardem como gran protagonista, presentada en concurso, y Sicko, el nuevo y corrosivo documental del iconoclasta Michael Moore, que se ha proyectado en sesión especial fuera de concurso. No Country For Old Men no sólo es ya favorita para la Palma de Oro sino que su protagonista, Javier Bardem, puede ser un claro premio de interpretación. La película es un thriller con ecos de western , ambientado en Tejas, cerca de la frontera con México, en torno a tres personajes. Un terrible asesino que mata personas y descerraja puertas con un aparato de aire comprimido, narcotraficante psicópata que ha logrado huir de un sheriff y que busca un maletín lleno de dinero que le pertenece y al que da vida un insólito Bardem de extraña y enorme melena. Un vaquero, cazador de antílopes (Josh Brolin), descubre un maletín -entre un montón de cadáveres en medio de la llanura tejana- y se lo lleva sin darse cuenta de que lleva incorporado un transmisor que permite su localización. Y un sheriff (Tommy Lee Jones) que, siempre a distancia, sigue el rastro de cadáveres que va dejando el asesino. El filme es una adaptación de una novela de Cormac McCarthy, autor especializado en este tipo de personajes fronterizos. La película sigue la marca de fábrica de los hermanos Coen combinando crímenes y humor, que viene dado por situaciones insólitas y por el tratamiento de los personajes. Javier Bardem hace una interpretación memorable de un criminal obsesionado por el destino de las personas, que mata al margen de todo tipo de lógica, con un arma que hará historia en el thriller criminal: una pistola unida a un depósito de aire comprimido que acaba instantáneamente con todo lo que se le pone por delante. Sin sorpresas No hay sorpresas en la nueva película de Michael Moore, presentada fuera de competición. El director, que ganó aquí en el 2004, denuncia el sistema sanitario estadounidense en Sicko. Con la imprescindible demagogia del caso, pero también con mucho humor y mucha mala uva, Moore muestra primero diferentes casos de enfermos que no pueden acogerse a los seguros sanitarios de pago. Muestra lo que es el sistema sanitario público en Inglaterra y Francia para descubrir que existe un territorio de Estados Unidos donde esto también es posible: la base de Guantánamo en Cuba, en la que los peores terroristas del mundo tienen la medicina y todo tipo de prestaciones por cuenta del Gobierno. Luego, con un grupo de enfermos, visita un hospital público de La Habana.