Canalla, puntera, rompedora y surrealista. A Juan Diego se le acumulan los calificativos a la hora de hablar de Los hombres de Paco , la disparatada comedia con la que el día de Reyes regresa a Antena 3. Pero lo que más le gusta a este veterano, comprometido y camaleónico intérprete sevillano es el buen ambiente que se ha creado en esta producción y lo mucho que se divierte haciéndola. «Tenía mucha cosa en hacer una serie porque, independientemente de lo que esté en pantalla, me lo tengo que pasar bien. Y aquí nos partimos de risa».
-En esta nueva entrega, la tercera, su personaje sufre pérdidas de memoria.
-No reconoce a nadie y eso se traduce en que vivirá una serie de situaciones sorprendentes que forman parte del surrealismo más feroz.
-Para un actor, quedarse en blanco debe ser lo peor.
-Es terrible. Lo he vivido varias veces, no muchas, y sientes que te asomas al mundo y no tienes nada delante. Son 2, 3 segundos, pero es angustioso. Y no te cuento la cara que se le pone a tu compañero.
-Don Lorenzo continúa compartiendo piso con Paco (Paco Tous) y ahora entra Mariano (Pepón Nieto).
-Es como el camarote de los hermanos Marx. Nunca he visto a unos tíos tan guarros, hay unas broncas... Son unos personajes llevados al extremo.
-Qué le está dando don Lorenzo?
-Pues la alegría de levantarme por la mañana y tener trabajo, y también pone en marcha algo tan positivo como es formar parte de un grupo que me encanta. Y luego está el reconocimiento en la calle.
-¿Esta temporada de «Los hombres Paco» recupera su esencia más cómica?
-Es que los capítulos que mejor han funcionado son los que tenían ese humor de comisaría celtibérica. Lo único que puede salvar a la humanidad es el humor.