Alfonso Basterra: «Nadie volverá a saber de mí, ni tan siquiera Rosario Porto»

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Los padres de Asunta, durante la lectura del veredicto en el juicio
Los padres de Asunta, durante la lectura del veredicto en el juicio Álvaro Ballesteros

Anoche se cerraron las entregas de «Lo que la verdad esconde», la serie documental dedicada al caso Asunta, con los impactantes testimonios de los padres

21 sep 2017 . Actualizado a las 09:27 h.

Uno de los principales ganchos para sostener el foco sobre el trabajo televisivo realizado por los creadores de Lo que la verdad esconde, la serie documental sobre el caso Asunta que anoche cerró su tercera y última entrega, han sido los testimonios de Rosario Porto y Alfonso Basterra, unas comunicaciones que se realizaron por teléfono y por carta, respectivamente.

Ya en la segunda entrega, emitida el jueves pasado, la madre de Asunta intervenía desde la prisión, en donde cumple una condena de 18 años por asesinato, para negar entre sollozos, que ella o Alfonso le diesen lorazepam a la menor durante meses -como demostraron los forenses-; asegurar que nunca cambió de declaración en la fase de instrucción sobre la última vez que vio a Asunta; sostener que el inverosímil episodio de la irrupción de un hombre con guantes en su casa en la madrugada del 4 de julio fue real; y mantener que no cambiaría ni una sola de sus palabras ante los jueces.

Anoche, sin embargo, este relato más «judicial» dio paso a otro más íntimo, relacionado con el perfil de Asunta, una entrevista que, debido a su emotividad, permitió a la madre mostrar ante las cámaras una cara bien distinta a la que muchos tienen en mente. En una conversación telefónica, Bambú Producciones pidió a Rosario Porto que recordase cómo era la pequeña, cómo fue su proceso de adopción o cómo llevó el divorcio de los padres. La madre, derrumbada por momentos, aseguró que «era tremendamente feliz», que era una persona tan sociable que no «podía tener enemigos» y que desde el mismo momento en que la recogieron en China la conexión entre ambas fue «brutal».

PACO RODRÍGUEZ

Porto también defiende que la niña llevó bien el divorcio, un proceso que, según sostiene, no cambió casi nada su día a día. 

Tras este cierre por parte de Porto, le llegó el turno a Alfonso Basterra, quien se puso en contacto con los creadores de la serie documental a través de una carta, serena pero inquietante. En ella, asegura no guardar la ira y el rencor inicial que tenía contra varios de los que instruyeron la causa ya que, según mantiene, los años de cárcel y las horas de reflexión le han ayudado a tener claro que actuaron sin oscuras intenciones y bajo un «signo profesional». «Tras mucho pensar he entendido que el perdón es mi camino, la única forma de mantenerme con vida», defiende. El padre de Asunta avanza que, incluso, «si dentro de seis años, como mínimo», obtiene el tercer grado le gustaría poder debatir con ellos en un café cómo fue el juicio.

Lo que también tiene claro Alfonso Basterra, condenado como Rosario Porto a 18 años de prisión, es que solo junto a Asunta volverá a ser feliz. Atormentado por la culpa de no haberla podido ayudar en su momento final, anuncia que cuando alcance la libertad se juntará con ella, un suicidio que ya había insinuado en una carta dedicada a la madre desde la cárcel en junio del 2015 pero para el que ahora ya tiene pensado el cómo y el dónde. Tan solo le queda fijar el cuándo. «Tengo el firme propósito de desaparecer. Nadie volverá a saber de mí, ni siquiera Rosario», avanza con frialdad el padre de Asunta. «Solo en ese momento habré recuperado la felicidad. Mi niña me necesita y yo a ella», concluye.