Tristán Ulloa, Carmen Machi e Ivana Baquero: Netflix pone rostros al crimen de Maje, la viuda negra de Patraix
TELEVISIÓN
El rodaje, que comenzaba hace unas semanas en Valencia, convertirá en película un caso real del 2017. María Jesús Moreno y su amante, Salvador Rodrigo, fueron condenados a 22 y 17 años de prisión por el asesinato del marido de ella. El celador era uno más de los múltiples amantes que compaginaba la enfermera y mató a su esposo para «liberarla del calvario de su matrimonio»
04 dic 2024 . Actualizado a las 15:28 h.La película basada en el crimen de Maje, la viuda negra de Patraix, toma forma. Netflix ha desvelado a algunos de los intérpretes que darán vida a los personajes reales de uno de los capítulos más oscuros de la crónica criminal española.
El filme, titulado La viuda negra, estará protagonizado por Ivana Baquero, que dará vida a la condenada María Jesús Moreno Cantó, Maje. La actriz catalana, de 30 años, ganó el Goya a actriz revelación en el 2007, y con solo 12 años, por su papel en El laberinto del fauno. En el 2009 participó en el película estadounidense The New Daughter junto a Kevin Costner, y más recientemente en la serie Alta Mar, también de Netflix.
En el retrato de este crimen la acompañarán dos intérpretes consagrados, como Tristán Ulloa, quien recientemente interpretó a Alfonso Basterra en la serie El caso Asunta (también de Bambú Producciones) y Carmen Machi, que acaba de protagonizar Celeste y La Mesías, en Movistar +.
El actor con raíces gallegas será Salva, amante de Maje, que fue condenado junto a ella por el asesinato de Antonio Navarro Cerdán. En el caso de Machi, Netflix no ha hecho público su papel.
¿Qué es el crimen de la viuda de Patraix?
Netflix, junto a Bambú Producciones y con la dirección de Carlos Sedes, comenzaba el rodaje en Valencia hace unas semanas de esta película que convierte en ficción un caso criminal real.
Es la historia de María Jesús Moreno, Maje, su amante Salvador Rodrigo, y su víctima, Antonio Navarro Cerdán.
Para hablar del caso Maje hay que remontarse al 16 de agosto del 2017. Faltaban veinte minutos para las ocho de la mañana cuando Antonio Navarro, marido de Maje, fue como cada mañana a coger su coche en su garaje del barrio valenciano de Patraix para dirigirse al trabajo. Una jornada que para él nunca empezó porque apareció cosido a puñaladas en suelo del párking.
El autor de los hechos era Salvador Rodrigo, amante y compañero de Maje en el hospital en el que trabajaban. Con la información que le dio la joven, el enfermero se escondió en el garaje y sorprendió a su marido con el objetivo de acabar con su vida.
Según se consideró probado, Salva lo tenía todo preparado. Tras matar a Antonio a puñaladas se cambió de ropa, se deshizo de los guantes y salió del garaje. En torno a las 13.30 horas se reunió con Maje en casa de la hermana de ella para confirmar que todo había salido bien. El autor material del asesinato no había dejado cabos sueltos porque incluso se deshizo del arma homicida, un cuchillo, en una fosa séptica de su propiedad.
¿De dónde sale esta relación?
María Jesús Moreno, Maje (Novelda, 1990) estaba casada con Antonio, la víctima, pero tenía a su vez una relación con Salva. Ella tenía entonces 27 años y conocía a su marido prácticamente toda la vida porque era amigo de su hermano de la universidad.
Aunque se llevaban nueve años de diferencia, en el 2011 comenzaron su relación, se casaron y su mudaron a Valencia.
En lo profesional, la conocida como viuda negra de Patraix, trabajaba como enfermera del turno de noche en el Hospital Casa de la Salud, en la capital del Turia, y allí conoció a Salva. Él era celador en el mismo centro y estaba casado y tenía ya entonces una hija.
Salva se enamoró sin control de Maje, como manifestaba en una carta a la que tuvo acceso la policía. Su amada le dijo que Antonio era un maltratador y el celador no duró en «liberar» a la joven de su calvario emocional.
El juicio
Tras la aparición del cadáver de Antonio en su garaje, las miradas se pusieron pronto sobre Maje y su extraño comportamiento. Los investigadores se dieron cuenta de su frialdad e indiferencia. La policía le pinchó el móvil y pronto descubrieron que mantenía varias relaciones paralelas. Es más, a los 20 días, la joven fue vista en Alicante con otro hombre con quien también tenía una relación.
Las pesquisas probaron que Maje tenía cuatro relaciones a la vez al margen de su matrimonio y que ninguno de esos hombres tenía conocimiento del resto. Además de con Salva, el celador, la joven estaba con un fisioterapeuta, con un publicista -con quien estuvo la noche anterior a la muerte de su esposo- y con un guardia urbano.
La enfermera no tenía grandes problemas para ocultarle esta vida a Antonio porque, al trabajar en turnos de noche, en ocasiones aprovechaba para pasar tiempo con sus amantes.
Tras la muerte de Antonio, Maje y Salva no cortaron su relación y cayeron en una trampa que les tendió la policía. El hermano de la víctima le actualizó a la viuda cómo estaban los asuntos de la herencia. Le dijo también que los investigadores estaban cada vez más cerca del asesino. Maje picó y se lo dijo a Salva y este en un momento de la conversación se autoinculpó. La policía ya tenía firmes sospechas de que el celador era el autor material, entre otras cosas, por la compra de un cuchillo de 15 centímetros antes del suceso.
El 10 de enero del 2018 la policía detiene a los dos amantes por el asesinato de Antonio. Al principio, Salvador confiesa y la exculpa a ella. Pero, una vez encarcelados y tras descubrir que Maje tiene relaciones con otro recluso de la cárcel de Picassent, Salva pide declarar ante el juez y desvela la estrategia de María Jesús para librarse de su marido sin pasar por un divorcio que le dejaría sin herencia, sin las pólizas de los seguros de vida y sin la pensión de viudedad. Y es que Antonio era titular de tres seguros; Maje se quedó con una pensión de más de 1.000 euros y había emprendido una disputa con su familia política por el dinero que había invertido en el piso de ambos.
Durante el juicio, que se celebró en Valencia en octubre del 2020, ambas defensas siguieron la misma estrategia. Exculpar a sus clientes y echarle la culpa al otro.
Los peritos aseguraron que ninguno de los dos tenía ningún problema psiquiátrico, pero sí se demostró que Salva tenía una enorme dependencia de ella y que la existencia de Antonio era el único obstáculo para que estuviesen juntos.
El 30 de octubre del 2020 un jurado popular comunicaba su veredicto y lo hacía por unanimidad en solo cinco horas. María Jesús Moreno, Maje, y su examante Salvador Rodrigo Lapiedra eran condenados a 22 y 17 años de prisión por el asesinato de Antonio Navarro Cerdán.
Maternidad en prisión
Maje llegó a la prisión de Picassent como una estrella. Pronto se adaptó y empezó a tener relaciones. Primero a través de cartas, pero después directamente con otros presos en los que compartía actividades.
Según informaba El Mundo, en el 2019 la descubrieron manteniendo relaciones sexuales en la piscina con otro preso, condenado por abusos a menores.
Otro interno, David, se convirtió en su novio y pronto les permitieron los vis a vis. Él estaba en prisión desde el 2008 cuando fue condenado por asesinar a un joven por un conflicto de drogas. Maje se quedó embarazada y en junio del 2023 daba a luz a su primera hija, cuando aún le quedaban 17 años en prisión.
El embarazo provocó el alejamiento de la pareja porque ella fue trasladada a la prisión de Foncalent, que cuenta con una unidad de madres en la que las presas pueden vivir con sus bebés hasta los 3 años. Después, el pequeño tendrá que quedarse al cuidado de su familia. El padre, David, que ya tenía el tercer grado y saldrá pronto de prisión, no parece que pueda ser el responsable de la menor. Hace un año renunciaba a un permiso para conocer a su bebé lo que indica que la relación está rota.