Chenoa: «Mi perrita Cloe fue maltratada y me ha costado que vuelva a confiar en el ser humano»

J. Moreno MADRID / COLPISA

TELEVISIÓN

Chenoa, en la presentación del programa
Chenoa, en la presentación del programa

La presentadora estrena «Dog House» en La 1, un nuevo programa dedicado a fomentar la adopción de perros

15 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Cerca de 100.000 perros aguardan un hogar en nuestro país. Dog House, el nuevo formato que La 1 estrena este martes (22.40 horas), invita a descubrir un refugio muy especial donde personas de distintas edades y circunstancias buscan adoptar un perro y comenzar una nueva etapa juntos. Al frente de la nueva apuesta de la televisión pública, en colaboración con Boxfish, se pone la cantante Chenoa (Mar de Plata, Argentina, 50 años). «Siempre he tenido perros abandonados, cogidos de la calle, en mi casa, y este programa transmite lo bonita que es la adopción. Y en esta época de verano que es tan usual abandonar, creo que Dog House es un formato estupendo, además de educativo para los niños», defiende la presentadora..

—¿Qué supone «Dog House» para su trayectoria profesional?

—Creo que es un encuentro con un proyecto bastante poco casual, porque acabo de adoptar y de repente ha sido como que aparece este programa. Mi perrita Cloe llega hace seis meses, tampoco hace tanto, y cuando me lo proponen acepto. Es un programa para acompañar a las familias y saber cómo es una adopción, y eso es algo que me viene al pelo. Ahora en verano es cuando hay más abandonos, entonces todo es positivo en un formato como Dog House.

—Le han dicho que es un talismán tras el éxito de «The floor» en La 1.

—Lo tomo como una manera de que están contentos y a mí eso me hace ilusión. Esta profesión ya sabes cómo es: un día somos tendencia y otro día ya no. En este momento soy una persona que está muy a favor de proyectos que me dan, que son todos bonitos, no voy a decir que no porque los hago con un montón de cariño. Le entrego mi tiempo y mi vida, pero lo hago de verdad, sin sensación de trabajo. Lo hago como esas oportunidades, cuando esperas algo que te pase.

—Pero está en todas las cadenas, también en Antena 3.

—Porque me llevo bien con todo el mundo, si es que al final es lo importante. Cuando yo conozco a los equipos lo primero que hago es eso, que todos somos importantes, desde el que maquilla hasta el que te enfoca. Todos estamos trabajando a favor y aprender es muy divertido. A mí me sigue pareciendo que eso hace que estés muy atenta a la vida.

—Cuéntenos su historia con Cloe, llegó a su vida hace seis meses y también fue adoptada. ¿Fue un momento vital en el que necesitaba estar acompañada?

—No, yo tuve una perrita de siete años y murió. Tuve un duelo bastante largo de tres años por lo menos. Luego estuve un año con formularios para un gato y un perro hasta que llegó Cloe. La vi en una foto, porque es de Málaga, y apareció el 22 de diciembre, el día de la Lotería.

—¿Ha cambiado su vida?

—No mucho. Yo he tenido perros toda la vida, viajo con ellos, llevo una mochila, voy en avión, en tren. De Cloe tengo su pasaporte, todo en regla, le pongo el collar para los parásitos, las vacunas, que tome buen pienso. Cloe es joven y yo tuve perros ancianos. No tienen nada que ver. Estuve cuidando los últimos cuatro años de mi otra perra y fueron tremendos. Cloe se porta muy bien. Es muy independiente, tiene un carácter muy diferente, más a su bola, pero me viene bien porque yo también voy a mi bola y las dos nos complementamos. Tampoco suele ladrar ni es una perra ruidosa. Fue maltratada y lo que más me ha costado es que vuelva a confiar en el ser humano.

—¿Qué aporta este programa a la televisión?

—Lo primero, antes de emitirse, es que ya está haciendo una causa solidaria, porque ya hemos logrado colocar muchísimos perros adoptados. A partir de ahí, que funcione o no funcione, no está en nuestra mano, esperemos que a la gente le guste y se enganche, pero realmente de antemano ya lo tenemos ganado.

«Me gusta mi trabajo»

—¿Va a tener tiempo para unas vacaciones?

—Sí, pero me iré dos o tres días. En verano es una época en la que canto y bailo, y en invierno estoy con la tele.

—¿Es más fácil hacer un «match» con un perro que con una persona?

—Esa pregunta es que no sabría qué decirte. Son más fáciles de convivir. Son lenguajes diferentes. Nada que ver, nada.

—Y en septiembre llega «OT».

—Sigo igual de nerviosa. Es que los directos son otra onda. Cuando grabas es una cosa y cuando haces un directo no tiene nada que ver. Sobre todo porque también tienes que trabajar con la espontaneidad del directo. Si no, no tiene gracia. Es que encorsetarme mucho tampoco me apetece, prefiero fallar.

—¿Llegar a los 50 años ha sido cómo se lo imaginaba?

—Los he abrazado con la naturalidad con la que hay que abrazar la edad. Estoy sana, mi familia está bien. No le doy importancia a los números. Al final hago mucho deporte, me cuido y no me porto mal. Si no, ya me hubieran pillado (risas). Soy una persona muy tranquila, incluso tiendo a ser aburrida, por eso me gusta tanto mi trabajo, porque me divierto.